La economía ha sido nuestro gran coco en los últimos años. Hemos hecho todo lo que dice el librito, y seguimos con crecimientos bajos y a pesar de grandes inversiones en materia social la pobreza sigue siendo el mayor problema del país.Luis de la Calle hace propuestas muy concretas para detonar el crecimiento, una de ellas es atacar la extorsión que frena el crecimiento de las pequeñas y medianas empresas, muy en concordancia con el estudio de Santiago Levy sobre las tasas del crecimiento en México: las empresas tienen poco o nulo incentivo a crecer porque en cuanto crecen son víctimas de la corrupción de los gobiernos. El mismo Santiago Levy retoma su propuesta de seguridad social universal, esto es establecer un piso mínimo en el que todos los mexicanos tengan salud y educación a través del impuesto al consumo (IVA) y reducir los gravámenes y contribuciones asociadas al trabajo asalariado. Esto no solo permitiría un sistema de seguridad social universal, sino que abarataría significativamente la creación de empleos en México. Con matices, este mismo esquema lo proponen tanto Gonzalo Hernández Licona como Fausto Hernández.En materia de desigualdad Gerardo Esquivel pone sobre la mesa la necesidad de un programa de desarrollo regional en el Sur y Sur-Este del país que garantice inversiones en aquellos rubros que generan bienestar y desarrollo: educación, infraestructura de comunicación e infraestructura productiva. La desigualdad en México tiene claramente un componente geográfico y si no se atiende la distancia entre los dos Méxicos será cada día más profunda. En este mismo sentido, Valeria Moy propone aprovechar más el Golfo de México como detonante del desarrollo.Uno de los capítulos más controvertidos y por lo mismo interesantes es el de John Scott que propone generalizar el derecho a un ingreso básico a toda la población en pobreza extrema. La transferencia directa de recursos a la pobreza no es una idea nueva, recuerdo haberla leído de Gabriel Zaid en los años noventa, y los esquemas de solidaridad, progresa, oportunidades, etcétera, parten de un principio similar. Scott lo lleva, sin tapujos, al meollo del asunto.Para una política ambiental sustentable, Eduardo Santana y Sergio Graf proponen trabajar a nivel regional. El manejo del territorio no puede pensarse desde los arbitrarios esquemas de división política de estados y municipios y mucho menos desde directrices federales que poco o nada tienen que ver con las realidades locales.México puede crecer y reducir la pobreza, sí, sin duda, pero otra vez no hay soluciones mágicas para problemas complejos.