La mayoría morenista y sus aliados en la Cámara de Diputados siguieron al pie de la letra, sin cambiar una coma como dicta su sumisión al jefe de la 4T, las instrucciones que les dieron desde el Poder Ejecutivo para hacerse de la presidencia del Instituto Nacional Electoral (INE).La ruta se empezó a diseñar desde que el año pasado no alcanzaron los votos necesarios en San Lázaro para mediante una reforma constitucional desaparecer al actual órgano electoral independiente, y hacer otro más a modo del Gobierno morenista, con la coartada de hacerlo menos oneroso.Su aplicación inició cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) empezó a recibir las controversias constitucionales contra el llamado “Plan B”, con el que intentaron con su mayoría simple reducir drásticamente su estructura y sus procedimientos, y que finalmente frenó el viernes 24 de marzo la Corte.La alianza morenista impuso sus condiciones en la Cámara de Diputados para sesgar la elección de cuatro de las y los 11 consejeros electorales que integran el Consejo General del INE, así como la presidencia. Desde la integración de los siete miembros del Comité Técnico de Evaluación de los aspirantes (tres propuestos por la Junta de Coordinación Política de San Lázaro, dos por el Instituto de Transparencia (INAI) y dos por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), hubo una clara selección de perfiles allegados al Gobierno lópezobradorista. Por eso, en la lista de las y los 20 finalistas, apareció una clara mayoría de candidatos y candidatas afines al Gobierno de la autollamada cuarta transformación, por lo que la elección al azar de las y los cuatro nuevos consejeros la madrugada del viernes pasado fue sólo la conclusión de su estrategia para lograr la captura morenista de la presidencia del INE.Aunque legal, la designación por primera vez en la historia por insaculación, por tómbola, pues, de Guadalupe Taddei Zavala como presidenta del INE, habla de la falta de acuerdos de nuestra clase política y las resistencias para evolucionar a una política de designaciones públicas donde se privilegie la técnica y la experiencia, sobre las imposiciones de las mayorías y las incondicionalidades políticas.Pese a su cercanía con Morena, es innegable que Taddei sabe y tiene experiencia en materia electoral. En su toma de posesión aseguró que respetará en todo momento los principios básicos para mantener la democracia, pero buscando bajar su costo.Por ello habrá que darle a ella y a la y los nuevos consejeros Rita Bell López Vences, Jorge Montaño Ventura y Arturo Castillo, un voto de confianza para que cumplan su misión de mantener el voto y las elecciones libres en nuestro país. Veremos. jbarrera4r@gmail.comJaime Barrera