Cuando buscamos un auto nuevo, tener o no conexión con nuestro teléfono celular, principalmente a través de CarPlay y Android Auto, ya es un factor determinante de compra, porque todos queremos que los tenga. Nuestra vida se facilita cuando usamos esa tecnología ya que pone nuestras aplicaciones más usadas como el teléfono, sea las de mensajería como WhatsApp o los sistemas de navegación en la pantalla del auto. Pero esa facilidad no viene sin riesgos, mismos que la mayoría de nosotros ni siquiera sabemos que existen, pero que deberíamos tener mucho cuidado porque podemos tener mucha información robaba por hackers, causando daños que pueden ser inimaginables.Una de las tecnologías básicas de comunicación entre nuestro celular y el auto es Bluetooth. Con frecuencia lo usamos para hablar por celular mientras conducimos o para escuchar nuestra música durante el trayecto. Pese a que es una tecnología de corto alcance -hablando de distancia- es fácilmente alcanzable por los hackers, ávidos por nuestra información como la lista de contactos, mensajes y correos electrónicos, por ejemplo. Pueden dejarnos sin ella, usarla para malos fines y dañar el sistema del teléfono o del auto a distancia.No es el único riesgo. Cargar el teléfono a través de un puerto USB también nos pone ante un peligro en potencia. Los puertos USB pueden estar contaminados y poner alguna especie de malware en el teléfono, al menos de acuerdo con un estudio difundido recientemente por Consumer Guide, de Estados Unidos, quienes recomiendan usar el cargador por inducción, si está disponible, o nuestro adaptador para el encendedor de cigarros como fuente de energía más segura para cargar nuestro celular. Incluso usar un cable que no es nuestro pudiera significar el robo de datos de nuestro aparato telefónico.Cada vez que usamos el navegador, por ejemplo, estamos diciendo al auto y al teléfono a dónde vamos y a qué hora. Ambos, teléfono y auto, saben dónde nos gusta comer, dónde vamos a trabajar o nuestra dirección personal. Esto puede ser utilizado para vendernos cosas, pero de igual manera para alguna acción menos “inocente” que esta.Control y defensaTambién es posible, aunque mucho más complicado, que un hacker opere a distancia nuestro vehículo. Recientemente esto fue demostrado cuando condujeron una Grand Cherokee desde 16 kilómetros de distancia. Sin embargo, salvo que exista un blanco muy claro, no es tan atractivo para los hackers buscar el control de un auto como lo es robar nuestra identidad, por ejemplo. Cuando quieren, sin embargo, pueden controlar el monitor de presión de llantas, los frenos, el acelerador y, más interesante para ellos, el camino que usamos con mayor frecuencia.En nuestra defensa, la mayoría de las marcas de autos descodifican la señal de Bluetooth que reciben de nuestros teléfonos y algunos incluso las borran cuando nos desconectamos. Pero aún así no está demás que tomemos precauciones como asegurarnos que es realmente nuestro auto al que estamos dando permiso de conectar con nuestro celular. Mejor aún es dejar el Bluetooth desconectado cuando no lo vayamos a usar.También es altamente recomendable mantener actualizado nuestro celular, ya que los softwares más recientes de protección se aplican en las más nuevas actualizaciones, obviamente. Algunos tips más para protegernos es no programar la ubicación de nuestra casa en el GPS, por ejemplo. Si usas sistemas como OnStar, nunca dejes tu contraseña en el auto. Usa talleres de confianza, de preferencia las agencias autorizadas. Si un hacker tiene contacto físico con tu coche, puede hacer mucho daño. También es cuerdo no usar el “browser” del auto al igual que no bajar aplicaciones desconocidas. CarPlay y Android Auto, aunque no 100% seguras, son mucho más efectivas al protegernos que sistemas de terceros. Algunos más estresados llegan al extremo de usar un auto más viejo, sin tanta tecnología, con el objetivo de estar mejor protegido.Entiendo que puede sonar un poco paranoica toda esta precaución, pero cualquiera que ya haya sufrido un robo de identidad o de cualquier otro tipo, debido a los “piratas cibernéticos”, sabe la pesadilla que puede enfrentar, por lo que más vale prevenir que remediar.