Los parroquianos de esta H. Cantina aplaudimos hace tres meses al gobernador electo Enrique Alfaro cuando dijo: “Voy a ganar menos que el Presidente y todos los servidores públicos tendrán que ganar menos de eso”.Si el tope salarial de Andrés Manuel López Obrador de maravillas será de 108 mil pesos, no entendemos por qué en el Presupuesto de Egresos 2019 entregado al Congreso de Jalisco, Alfaro tiene asignado un sueldo bruto de 166 mil pesos al mes.Y el secretario general y el fiscal general ganarán 146 mil, y los secretarios 124 mil. “Aquí no va a haber tolerancia para los vivales, para los corruptos, para los cínicos que siguen creyendo que pueden tener sueldos de súper lujo”. Fuertes declaraciones de Alfaro que todavía resuenan en nuestros oídos.Para que su promesa sea cumplida, y no sólo escupida de pura saliva, va a necesitar que sus diputados afilen bien la tijera y le ayuden a ajustar los sueldos de los más de 120 funcionarios que entrarían dentro del catálogo de “vivales”, según sus palabras.¿Pues no que el proyecto de gasto lo habían elaborado entre el Gobierno saliente y entrante?***En la barra corren las apuestas. ¿Perderá Donald Trump la mayoría en la Cámara de Representantes? Todas las encuestas indican que así será, aunque su partido mantendrá el control del Senado.En las elecciones legislativas de hoy en Estados Unidos está en juego algo muy sencillo: el referendo de Trump y su política xenófoba del bullying o el viraje del electorado estadounidense hacia un contrapeso al Presidente que se interpretaría como un castigo de descontento con su mandato.¿Por qué debería importarnos? Si los republicanos de Trump retienen la mayoría de ambas cámaras, esto le dará carta abierta para mantener su agenda anti-inmigrante y su política comercial proteccionista.En cambio, un triunfo de los demócratas equilibraría el Poder Legislativo y le daría un respiro a la agenda bilateral México-Estados Unidos.La fórmula es muy sencilla: para que los demócratas ganen el Senado necesitan retener todos sus escaños y obtener dos de los puestos republicanos en juego. Para ganar la Cámara de Representantes, los demócratas deben conservar los distritos que ya tienen y arrebatarle 23 más al partido republicano.Hagan sus apuestas.
