Muy frecuentemente se habla de la falta de carisma de Claudia Sheinbaum, sobre todo si la compara con el presidente López Obrador, donde hay un abismo muy profundo. Sin embargo, para lograr el objetivo de posicionarse en la cúspide del poder -llegando a la presidencia- le basta y sobra con el “vuelo” que le deja el obradorismo para “mantenerse a flote” y cumplir con el compromiso en caso de que el voto popular en la elección le favorezca el próximo 2 de junio. Pero no solamente es el carisma de lo que carece, sino de propuestas propias que no han surgido desde su trinchera. Sin embargo, con las iniciativas de reforma constitucional que esta semana dio a conocer el inquilino de Palacio, Claudia confirmó que “bajo el brazo” no trae nada nuevo, solo el continuismo de quien la puso en esa posición.“Por supuesto que -las iniciativas del presidente- son base sustantiva de lo que va a ser nuestro gobierno”, dijo Claudia el miércoles. Y aunque muchos se mostraron “asombrados” con la ratificación de la candidata de darle seguimientos a las iniciativas de “su patrón” -lo que resultaba muy obvio-, no resulta nada nuevo en alguna de ellas. El pasado 15 de octubre -cuando aún no era la candidata morenista- Claudia ya hablaba de algunas iniciativas que hoy son parte de las propuestas: “Nos falta democratizar al Poder Judicial. Vamos a dar un ejemplo al mundo, porque nos comprometemos que ganemos la mayoría y enviar una reforma al Congreso para que los jueces y los ministros de la Suprema Corte puedan ser electos por el pueblo de México, entonces si se va a quitar la sombra del fraude y la antidemocracia en nuestro país”. Esta última frase está llena de irreflexión y falsedad, porque con una “antidemocracia” a ella le permitió llegar a la cima de la Ciudad de México y a su “jefe” a la presidencia.Hoy, esa Claudia que es “la calca” de López Obrador en ideas para gobernar a México, es la que domina el espectro de las encuestas de una manera bastante holgada. Basta con revisar las últimas encuestas y darnos cuenta que “va en caballo de hacienda” a convertirse en la primera presidente del país, a menos que en la “verdadera campana” a partir del mes próximo ocurra un cambio -milagro- trascendental por parte de la oposición.La encuesta Mitofsky correspondiente al mes de enero le da a Claudia una ventaja ante Xóchitl Gálvez de 3 por 1 entre los jóvenes (65.4 / 22.3), de 14 puntos en personas de 31 a 49 años (44.4 / 30.8) y de 22 puntos en los de 50 años y más (47.3 / 25.8). Por lo que corresponde al sondeo de Enkoll y el periódico español El País, el margen de ventaja es de 2 a 1, mientras que la indagación del Grupo Reforma se habla de 54 por ciento de las preferencias brutas para Claudia, por 27 por ciento para Xóchitl, mientras que las efectivas indican de un 65 por ciento para la morenista por 32 por ciento de la candidata del Frente opositor.Esa es la historia de Claudia, sin carisma y como “calca” -de quien despacha en Palacio-, pero con mucho vuelo por el apoyo popular obradorista.¿Usted, qué opina? Daniel Rodríguez daniel.rodriguez@dbhub.net