Para el presidente López Obrador y su equipo de comunicación el manejo de los símbolos ha sido desde la campaña electoral en el 2018 tema central del manejo de las percepciones. El nombre de Movimiento de Regeneración Nacional es una muestra. La abreviación MORENA envuelve mensajes para acercarse principalmente a un pueblo olvidado, un electorado de piel morena, un mensaje velado a la morenita del Tepeyac o a ese pueblo mestizo que nos han vendido por tantos años como México.El resultado de los mensajes y símbolos les ha dado resultado. Es por ello que cuando manejan símbolos siempre llevan un mensaje entrelíneas, sin descuido y con toda intención de causar una reacción.Una razón para sonreír en las mañaneras, provocar la cólera en sus adversarios o las loas de sus seguidores.Pero a veces, no sé si se trata de revanchas, ignorancia, errores o una plena y maquiavélica intención detrás de su afilada espada de resentimientos. Lo vimos con la escultura de Pancho Villa detrás del escritorio en su primera conversación de trabajo con el presidente Biden. Porque quizás a su parecer era importante recordarle en una llamada diplomática que nuestro general invadió Estados Unidos en 1916.Así hemos visto desfilar frases, “detentes”, dichos populares, videos y ceremonias pidiendo el perdón a los Mayas o a la comunidad china por la masacre de Torreón. Canceló el aeropuerto de Texcoco, entre otras razones, por tratarse de un símbolo, a pesar del daño que le causaría a la economía.Un manejo de percepciones que rayan en la manipulación de un pueblo que le entregó su esperanza y López Obrador responde con sus luchas personales.Porque si hablamos de símbolos y realidades, bien estaría preguntarnos ¿Dónde está el perdón por las víctimas de la línea doce del metro? ¿Cuándo veremos una danza envuelta en incienso por las miles de muertes que pudieron ser evitadas por la mala gestión de López Gatell? ¿En qué estadio de béisbol dará un discurso de perdón por los niños, mujeres y hombres que han muerto por lafalta de medicamentos a consecuencia de sus decisiones y desabasto causado por su gobierno?¿Cuál fue el mensaje entrelíneas que querían dar con el “muro de paz” dándole la espalda al movimiento feminista o dejando gritar a las madres de los desaparecidos hasta ahogar sus reclamos en el eco vacío de los pasillos de Palacio Nacional? ¿Acaso permitir que la hija de Salgado Macedonio es un símbolo para acabar con el nepotismo?Símbolos y cálculos políticos. El pragmatismo determinado por el número de votos. Sumas y restas sin importar las causas. Daños colaterales aunque se incendie y queme el tejido social después de provocar tantas cortinas de humo.Porque queda claro que al final el presidente tiene la obsesión de convertirse en un símbolo más, en una estatua de Paseo de la Reforma, en un capítulo de los libros de texto. Para lograrlo tendría que comprender a plenitud la palabra “neoliberal” de la empatía y así entender que si quiere dejar huella, es mejor marcarla a través de los zapatos del otro. Entender todas las causas a pesar del costo político y no la búsqueda de ego, venganza y beneficio electoral.@JoseiRasso
