Imagínate el tamaño del pastel. Para 2024, y de ahí en adelante, 2% del presupuesto que tenga el Estado de Jalisco se irá, sí o sí, para el Poder Judicial: ese ente encapotado y lejano a los reflectores que se ha mantenido en las sombras durante décadas, y que en cada atención al micrófono suelta la misma letanía: acá lo que se necesita es varo.Sin darle vueltas, a partir del próximo año el órgano encargado de impartir justicia, o lo que eso signifique en Jalisco, recibirá al menos tres mil 200 millones de pesos. Para ponerlo en perspectiva: tres veces más de lo que recibe el Legislativo. Y eso ya es mucho decir.Pero mejor sí démosle vueltas.Mira: si este año el presupuesto de Jalisco es de 158 mil 860 millones de pesos (cifras redondas), y de esa cantidad se tuviera que entregar, por el poder de un decretazo, el 2% del que te hablo al Judicial, le llegarían tres mil 177 millones de exquisitos y jugosísimos pesos.¿Buena noticia? Sí y no. Sí, porque ahora el Judicial no tendría pretextos para argumentar que la impartición de justicia no es ni pronta ni expedita porque hay trillones de carpetas acumuladas en el escritorio de los pobres magistrados que nos cuestan 236 mil 429 morlacos al mes (cifra bruta).Mala, porque el discurso de arranque que da el mero-mero de ese Poder, Daniel Espinosa Licón, es que los mil millones (quizás sean más) se van a ir a infraestructura y equipo, porque “hay computadoras obsoletas” y casas rentadas habilitadas como juzgados… pero todavía no hay garantía de que se cumpla la premisa de rapidez y libertad de obstáculos a la hora de impartir justicia.Mala, porque en sus propias palabras, que se les garantice un buen presupuesto “no es magia para el Poder Judicial y (así) cambiar las condiciones”. Porque “no toda la culpa es del Poder Judicial” cuando el Inegi nos revela que impera una impunidad de 95 por ciento. Porque, lejos de dotarlo de autonomía, el Judicial queda atado de manos frente al todopoderoso Ejecutivo que, con una firma del gobernador, se sacó la lotería.¿La justicia necesita recursos dignos? Por supuesto. Así como el medio ambiente, la cultura, la educación, la salud, el agua y todas las áreas que tengas en mente. Pero independientemente de eso, ¿es justo para el ciudadano escuchar que la “Reforma Estructural” demore 10 años “más o menos” para comenzar a verse?Porque así fue como lo dijo el magistrado presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Jalisco este miércoles en la emisión vespertina del noticiero de UDGTV Canal 44.“Ustedes me dirán que es mucho tiempo, pero yo les pregunto sobre la justicia penal del nuevo sistema de justicia. ¿Hemos visto al día de hoy los resultados que esperábamos? No, porque no hemos tenido los 10 años que se habla de cuando hay una reforma profunda”.Almacenes, archivos y juzgados dignos. A decir del tío Licón, es ahí donde se va a centrar el jugoso presupuesto que recibirá el Poder Judicial de Jalisco a partir de 2024. Ya después hablamos de acortar los tiempos para los juicios, luego hablamos de erradicar esa mala práctica de acumular expedientes en archiveros sin fin.En otra ocasión preparamos a las y los burócratas que no quieren atreverse a abordar la justicia digital, después acabamos con el influyentismo, al ratito depuramos los cientos (sí: cientos) de aviadores que rondan el edificio y, eventualmente, le damos una verdadera satisfacción a la comunidad a quien le prometimos “consolidarnos (…) como un órgano que genere confianza y credibilidad”.Pero ahorita no, joven. Ahorita que lluevan los billetes. A inundarnos de ellos, que ya está en curso el temporal. Quizás y a lo mejor en 10 años le resolvemos su expediente. Quizás. isaac.deloza@informador.com.mx