Mañana es la pelea entre el estadounidense Gary Russell Jr., y el filipino Mark Magsayo, un encuentro entre dos escuelas boxísticas potencias mundiales. Russell Jr., se presentará como favorito en el cuadrilátero instalado en Borgata Hotel Casino en Atlantic City. Su palmarés, 32-1, con 18 nocauts favorables, y haber enfrentado a dos boxeadores ilustres, el ucraniano Vasyl Loamchenko, ante quien perdió en su primera oportunidad de campeonato mundial, pluma OMB, en 2014, y frente al mexicano Jhonny González, al que noqueó para conquistar el campeonato mundial pluma CMB, en 2015, avalan el vaticinio, que se debe fortalecer con sus cinco defensas exitosas del cinturón verde y oro. Tras el campanazo inicial, Magsayo abrirá un paquete de posibilidades, no sólo para competir, desplegará un historial sólido que lo llevaría a la victoria, mejor estatura y alcance, inmaculado, 23-0, 16 nocauts a su favor, y heredero de la escuela boxística del gigante Ceferino García, el padre del bolo punch, boxeador que enfrentó en un par de ocasiones al egresado de Tepito, “Kid Azteca” Luis Villanueva, y también dos veces al estadounidense Henry Armstrong. Saquen sus cuentas. Claro, sin olvidar que el aura de la leyenda Manny Paquiao, siempre acompaña a cualquier descendiente de esta potencia mundial. El oriental en su carrera ha derrotado a cinco boxeadores mexicanos, y no se lee en su registro ningún nombre ilustre. En recientes años, los egresados de las salas de entrenamiento filipinas, han centrado su boxeo al rostro del rival, olvidándose del resto del cuerpo, no explotan el gancho al hígado, por ejemplo. Un abuso por el poder de puños que les dotó la madre naturaleza. Nonito Donaire el mejor ejemplo, irrumpió espectacular, sólo le interesaba arrancarle la cabeza a su oponente, fueron exhibiciones impresionantes, hasta la noche que se enfrentó a un adversario de altísima técnica y mejor repertorio, quien lo dominó con arte, lo derrotó y lo bajó de los tinglados de las lámparas más luminosas. Fue el cubano Guillermo Rigondeaux, quien lo superó por decisión unánime en 2013. Que Magsayo sorprenda con su estilo, que no se olvide de la región hepática, que distribuya su repertorio en todo el cuerpo del oponente, porque si la estrategia es arrancarle la cabeza a Russell Jr., y no lo consigue, iniciará su descenso en el boxeo… Y por ahí estaré atisbando.
