Por enésima ocasión, comunidades wixaritari salieron a la luz pública a reclamar a los gobiernos de los distintos niveles la legítima restitución de tierras que les fueron invadidas por ganaderos de Nayarit y cuyos litigios ante tribunales agrarios han dictaminado sentencias a su favor que el Estado no ha cumplido.Se trata de la comunidad indígena wixárika de San Sebastián Teponahuaxtlán y Tuxpan, de los municipios de Mezquitic y Bolaños, Jalisco, quienes exigieron al gobierno federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador y al de Jalisco, que dirige Enrique Alfaro Ramírez, se aplique la sentencia dictada por el Tribunal Unitario Agrario a su favor y se resuelva de forma definitiva el conflicto por despojo que persiste con ganaderos en la zona de Huajimic, en el municipio de La Yesca, Nayarit.Como se sabe, las distintas comunidades que conforman el pueblo wixárika han visto históricamente cómo se les invade y se les despoja de sus tierras y bienes comunes por parte de invasores que usualmente son alentados o protegidos por los sucesivos gobiernos desde el siglo XIX. De unas tres décadas a la fecha, nuevas generaciones de autoridades de las comunidades wixárikas se organizaron para luchar política y jurídicamente por la restitución de las tierras. Gracias a esta tenacidad organizativa han logrado sentencias de parte de tribunales agrarios, que les dan la razón y obligan al Estado a hacer valer la ley y a restituir las tierras que ilegítimamente les fueron arrebatadas. En este caso concreto, la comunidad de San Sebastián Teponahuaxtlán y Tuxpan de Bolaños lograron que el 22 de octubre de 2017 se intentara hacer el procedimiento de restitución de 63.72 hectáreas en la zona de Huajimic, en cumplimiento a una sentencia del Tribunal Unitario Agrario con sede en Guadalajara. Pero esta sentencia no pudo ser ejecutada por la obstrucción amenazante y violenta de parte de los ganadores que ocupan el territorio. Dos nuevos intentos semejantes fueron impedidos violentamente en octubre de ese año. Las comunidades wixaritaris podrían, legítimamente, tomar el control de sus tierras, pero se han contenido para evitar un conflicto que podría tornarse violento por las amenazas de los ganaderos invasores. Han pasado tres años desde ese intento de restituir lo que en justicia corresponde a este pueblo originario. Sin embargo, su paciencia se ha agotado. Por eso, el martes 10 de noviembre dieron a conocer un pronunciamiento en el que exigen a los gobiernos de la Cuarta Transformación y de la llamada Refundación de Jalisco, que actúen en consecuencia con sus discursos y promesas y les restituyan los territorios invadidos.No son los únicos reclamos de comunidades wixárikas. Desde hace años, estas mismas comunidades han exigido su derecho para manejar sus recursos públicos de manera autónoma, a través de las autoridades comunales y no a través del gobierno municipal. Tal como hace el pueblo de Cherán y otras comunidades indígenas en la meseta purépecha de Michoacán.Aquí mismo, en Jalisco, hay otros reclamos levantados por otros pueblos indígenas. La semana pasada, la comunidad nahua de Tonalá dio a conocer un pronunciamiento en el que denuncia una consulta convocada por el gobierno municipal para modificar el Programa de Ordenamiento y Desarrollo Urbano en los terrenos que circundan el Cerro de la Reina.La comunidad denuncia que no fue debidamente consultada porque desde el propio gobierno no se le reconoce como comunidad indígena: “Seguimos sin figurar en el Padrón de Comunidades Indígenas del gobierno del estado, las acciones municipales siguen sin actuar con respeto hacia nuestro pueblo, como se refleja en el procedimiento ilegítimo e ilegal que tuvo la supuesta consulta para urbanizar los alrededores del Cerro y otras zonas donde tenemos presencia la comunidad indígena. (…) La lucha para hacer valer la existencia del pueblo nahua originario de Tonalá será cada vez mayor y es obligación del gobierno en todos sus niveles reconocer y respetar nuestros procesos de autonomía y nuestros derechos de consulta libre, previa, informada, culturalmente adecuada y de buena fe”, sostienen en el pronunciamiento del pasado 2 de noviembre (https://bit.ly/32yOYck). Estos son apenas unos casos de los justos reclamos de pueblos y comunidades indígenas de Jalisco al Estado mexicano para que se les restituyan no sólo las tierras arrebatadas, sino también la autonomía, la dignidad y la justicia que históricamente les han sido negadas.
