De acuerdo con la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico, (OCDE), Estados Unidos saldrá más rápido de la recesión provocada por la pandemia que Europa Occidental. Las proyecciones que se hacen sobre el crecimiento estadounidense de este año será del 6.5 por ciento. Porcentaje que llegará gracias a las medidas para incentivar una economía en recesión y en medio de una pandemia que sacude al mundo.Este pronóstico se hace en base a dos medidas importantes se han tomado en el corto tiempo: una para tomar acción inmediata, que es el Plan de Estímulos -promovido en enero- ya implementado, y la segunda para el futuro mediato, el Plan de Infraestructura que el pasado miércoles presentó el presidente Joe Biden (proyecto de inversión que se presenta como una oportunidad única para el mandatario, ya que fueron promesas de Barak Obama y Donald Trump que nunca llegaron a concretarse).El plan de inversión, que incluye aumento de impuestos a las grandes corporaciones, ya tiene opositores del lado republicano por la dimensión del mismo, aunque reconocen su necesidad y valía. La intención no solo es construir o mejorar la actual red carretera, sino destinar recursos multimillonarios para la generación de energía limpia, conectar el país con internet de alta velocidad y dar apoyo a personas que se hacen cargo de adultos mayores y niños, entre otras cosas.Y uno se pregunta, a nosotros los vecinos del sur, cómo nos beneficia el impulso que tendrá la economía de Estados Unidos. Los enterados en estos asuntos dicen que la recuperación de México muestra un panorama mixto, donde hay señales positivas en el comercio internacional, pero un severo debilitamiento en las finanzas públicas. El enorme beneficio, es tener como vecino y principal socio comercial a Estados Unidos que invierte agresivamente en el desarrollo -que definitivamente nos va a ‘salpicar’, además de recibir la derrama de por lo menos 40 mil millones de dólares de remesas, que este año deberá de incrementarse gracias a los incentivos personales que nuestros migrantes reciben por parte del gobierno estadounidense.De acuerdo con el último informe del Banco de México, el crecimiento de México este año será del 4,8 por ciento, aunque otras fuentes hablan del 4.5 porcentual más apegado a la realidad y anticipando de alguna manera a los inciertos movimientos del gobierno federal que pueden afectar el desarrollo del país.Recientemente la Encuesta Anual de Analistas de Fidelity, la reconocida compañía de asesoramiento financiero, señala que “el crecimiento -este año y dentro de la pandemia- sólo se logrará gracias a los estímulos financieros y fiscales”, además de quienes logren vacunar a su población con más rapidez. Desafortunadamente ninguna de estas cosas sucede en México, por lo que en el panorama económico se pronostican nubarrones.Para aspirar ‘salir del hoyo’, una Reforma Fiscal en México -como se pretende- no parece ser la respuesta para encauzar el camino -porque solo se quiere recaudar dinero para proyectos innecesarios y repartir recursos-, sino que se necesita de una reforma hacendaria que permita crear infraestructura y promueva la inversión que nos ayude a progresar y no quedarnos varados en el subdesarrollo. ¿Usted, qué opina?daniel.rodriguez@dbhub.net