Una de las más importantes motivaciones de la vida, es el querer mejorar. El al menos tratar de hacer un poco mejor las cosas que realizamos día a día. Puede ser en tus hábitos personales, en tu trato a los demás, en las actividades laborales o incluso en tu cultura.Sin embargo, no resulta tan fácil y muchas veces en vez de ir mejorando, paulatinamente, acabamos por no hacer nada y hasta quedarnos estancados.¿Qué es lo que nos pasa? Algunos le llaman pasividad, otros conformismo; pero el hecho es de que pasan los años, y en vez de progresar se va deteriorando cada vez más, hasta caer en un franco descuido.Se acaba por tener un estilo de vida en el que no se contempla la trascendencia de aspirar a algo mejor, porque así como están las cosas ya no tienen nada que remediarse. Así, muchas personas cargan una enorme barriga, siguen fumando, están de malhumor, viven enojados y no son capaces de cambiar un foco fundido, ni reparar lo que está descompuesto en la casa.La psicología del conformista es la del agua estancada, ya no entra ni sale nada, se va consumiendo y pudriendo, poco a poco, hasta secarse lo que hay.Les falta el poder de la fuerza de voluntad, el empeño por hacer un ligero esfuerzo más allá de la rutina. Su mente se ha cerrado al cambio y no ven otras opciones en las que puedan creer.Una de las grandes tareas que tenemos, con nuestros seres queridos, es precisamente motivarlos a que sientan la seguridad de que sí pueden hacer las cosas de mejor manera. A que descubran lo mucho que aún son capaces de hacer y se convenzan de que la vida es mucho más agradable y positiva cuando se quiere progresar. No necesariamente en lo económico, con unas monedas más en el bolsillo o un mejor auto, sino siendo capaces de cambiar nuestros hábitos cotidianos y lograr aprecias a las experiencias, a la cultura, a las amistades, al buen sabor de boca que deja disfrutar un día en familia o recoger el basurero que tenemos en un closet o finalmente pintar la casa o reparar el sillón roto.Pero lo mejor de todo, es gozar más lo que tenemos, lo que somos, a nuestros seres queridos y apreciar lo que hacen por nosotros y estar atentos a lo que podemos hacer por ellos.Eso también es progresar, dejar de ser egoístas y ensimismado en los caprichos y la propia visión de las cosas y no escuchar a los demás. Así que a prosperar, hoy puedes comenzar. Aunque sea con algo sencillo y a tu alcance, pero hazlo ya.