Los hábitos más pequeños de la vida cotidiana, como la postura que adoptamos al caminar o nuestros gestos pueden ser un factor determinante para generar la felicidad. En este sentido, el autor canadiense, empresario y orador Neil Pasricha, conocido como un guía espiritual para la felicidad, junto a su equipo, señaló que las personas con mejor estado de ánimo comparten una característica común: el lenguaje que utilizan.Numerosos especialistas de la psicología coinciden en que el estado de ánimo no depende de lo que nos sucede, sino de cómo lo interpreta cada persona. De este modo, el lenguaje es un factor que modifica el comportamiento. Así, la felicidad de un individuo depende de cómo ve el mundo.Un estudio de Neil Pasricha, director del Instituto para la Felicidad Global y la psicóloga Leslie Richardson revela cuáles son las seis frases que las personas consideradas más felices utilizan en su día a día.Durante una conversación, es común que nos enfrentemos a preguntas que no podemos responder: "¿ya te independizaste? ¿tienes novio? ¿ya conseguiste empleo?".La personas felices suelen responder estos cuestionamientos con "todavía no", pues con esta frase se hace presente la esperanza, abriendo la puertas a nuevas experiencias que en algún momento llegarán.La sensación de obligación puede bajar los niveles de felicidad, por ello, cambiar la predisposición de "tengo que" a "voy a hacer" cambia la dinámica, asumiendo responsabilidad y control en nuestras acciones.Aunque a simple vista no parece tener gran efecto sobre la felicidad, la realidad es que esta muletilla es muy poderosa, pues demuestra interés por los demás, reforzando vínculos. En adición, esta frase también lucha contra el ego, demostrando que no todo gira alrededor de una sola persona y abriéndose a la perspectiva de las experiencias ajenas.La doctora especialista de medicina interna, Shoshana Ungerleider, durante su trayectoria profesional ha acompañado a diversos pacientes terminales, con ello, pudo notar que uno de los arrepentimientos más comunes es preocuparse por cosas insignificantes. Por ello, antes de sumirse en la ansiedad y el estrés piensa "¿esto tendrá importancia dentro de un año?", si la respuesta es no, entonces no hay mucho de qué preocuparse.Con esta frase, las personas felices priorizan lo más importante, es decir, aquello que marcará la diferencia para solucionar un problema o alcanzar una meta.Las personas felices son agradecidas con los pequeños detalles de la vida diaria, que proporcionan una luz de alegría.MBMantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsApp