Procuro siempre que los temas de los que escribo y reflexiono sean importantes para mí. Los temas que traigo a la columna han tenido un fuerte impacto en mi vida de una u otra forma. Empecé mi filosofía del año con una frase que me da mucha paz y estabilidad: “Pequeños pasos en la dirección correcta son un gran avance.” Decidí empezar otro año escribiendo, a nivel personal y para los lectores de esta columna, ya que mientras más pasa el tiempo más logro entender los beneficios de la escritura. A continuación enumeraré algunos. La escritura es un fenómeno cognitivo complejo. Siempre he pensado que vale más la pluma menos nítida que la mente más lúcida. Todos los estoicos más relevantes tales como Marco Aurelio y Epicteto tenían un diario. Esto lo hacían en aras de encontrar la virtud, entendiendo por “virtud” la combinación de la sabiduría, coraje, justicia y disciplina que uno debe obtener. Marco Aurelio habla en sus Meditaciones sobre la importancia de “levantarse antes del amanecer”. Esto, para dimensionar nuestra existencia ante el universo. La mejor forma de lograr hacer esto es escribiendo algún pensamiento a la hora de despertar, ya sea agradeciendo, cuestionando o reflexionando. Epicteto, filósofo griego del estoicismo que vivió parte de su vida como esclavo, consideraba que no debemos permitir dormirnos antes de haber considerado cada acto de nuestro día. El filósofo concluyó que si el ser humano hiciera una reflexión escrita de manera cotidiana sobre sus aciertos y áreas de mejora, estaría alcanzando en poco tiempo su mejor versión.A nivel cognitivo, escribir presenta un sinfín de beneficios. Escribir a mano mejora el aprendizaje y la memoria. Eso ocurre debido a que la información se capta, analiza y reformula. Siendo así, contribuye a mejorar la comprensión sobre un tema y a finar ideas y conceptos con mayor síntesis. Un beneficio adicional favorece la creatividad y el pensamiento crítico. La actividad neuronal del cerebro incrementa, combatiendo el deterioro cognitivo y retrasando la apariencia de enfermedades tales como la demencia senil y el Alzheimer.¿Cuántas veces queremos expresar una idea pero no encontramos las palabras correctas? Escribir ejercita la mente, y ayuda a aliviar el estrés, la ansiedad, y a organizar ideas. Escribir a mano por puro placer y sin presiones, es una actividad terapéutica en la cual plasmamos partes del subconsciente y aterrizamos las ideas que no logramos aterrizar en nuestra mente. De esta manera, logramos convertir imágenes mentales en palabras. Para este 2023 tengo como propósito escribir cada día por lo menos una palabra más que el día anterior. Vivir una vida plena y organizada, en mi caso y seguramente en muchos, empieza con la organización de ideas, lo cual ocurre a través de la escritura.
