El contexto de la economía mundial sigue dando signos de desaceleración. Los últimos datos del crecimiento ya dan muestras de que el tercer trimestre del 2019 es el más bajo desde 2010. Ha sido casi una década de expansión, que está por cerrar el cíclo.Las manufacturas a nivel global han entrado en recesión, en particuar los datos más recientes de Estados Unidos, Alemania y Asia así lo confirman. También el sector de los servicios que en Estados Unidos había compensado la caída de las manufacturas, comenzó a descender.La guerra arancelaria de Trump con China ha agravado el contexto comercial del mundo entero, a lo cuál se le suma la incertidumbre del Brexit. En América Latina la situación de la región atraviesa uno de sus momentos más complejos en los últimos años, Argentina, Brasil, Ecuador y Perú están viviendo serias crisis políticas y/o económicas. Ni qué decir de Venezuela. En Centroamérica se vive un verdadero éxodo, producto de la violencia y de la falta de desarrollo.Estas son algunas variables de lo que el sector privado y los fondos de inversión ven en todo el mundo, cuando evalúan la conveniencia o no de inyectar mayor capital a la economía mexicana. México es un país altamente atractivo y puede serlo más. Tenemos la necesidad de inversión privada en carreteras, puertos, aeropuertos, energía, gas natural, ductos, telecomunicaciones, servicios de salud y educación, entre muchos otros. Tenemos una pirámida poblacional estupenda y la tarea de llevar desarrollo y bienestar a la población que ha vivido marginada del crecimiento.Todo esto requiere de certidumbre y confianza en la economía de México. La ley antifacturera no apunta en ese sentido. Claramente hay que terminar con este tipo de empresas, legado de Atlacomulco, que tanto daño han causado en la economía y fomentado la corrupción. A los factureros y a los evasores hay que castigarlos; pero se puede hacer, como tantos expertos han señalado, de manera inteligente, sin generalizar ni caer en un “terrorismo fiscal” que inhiba la actividad económica y que termine propiciando arbitrariedades de parte de autoridades.