Cuando vemos películas del cine mexicano de la época de oro, la constante es que los actores que representan al pueblo consumen tequilas de sabor muy fuerte y altas graduaciones alcohólicas (esto lo observamos por el gesto que hacían, además de que necesitan acompañar el tequila con limón y sal para disminuir la sensación al gusto), aunque también vemos por otro lado que los actores que representan a la clase alta (inmersos en sus grandes mansiones), se sirven en copitas, bebidas como el cognac o el jerez (productos importados desde Francia y España), y esto era el reflejo real de lo que la sociedad consumía; siguiendo en la historia, luego vemos que el consumo migró al brandy, ron y whisky.En cuanto a vinos de mesa surge el consumo de vinos españoles de la región de Rioja (Noreste de España), y en casos muy particulares algo de vino francés, esto debido en que México sólo se producía muy poco vino de mesa, además de que era muy básico, y no fue sino hasta mediados de los años noventa que inicia incipientemente la producción de mejores vinos nacionales.Ya con el reconocimiento mundial de la denominación de origen del tequila y su estandarización de procesos, aunado a la devaluación del 94, surge el consumo de tequila como la bebida nacional, llevando a esta categoría al primer lugar en el consumo, y de aquí surge el desarrollo de cientos de marcas que, al amparo del reconocimiento del tequila como una bebida de alta calidad, además de la creación de las diversas subcategorías (blanco, reposado, añejo, etc.), hace que esta bebida se ponga de moda y que el consumidor se vea bien con una botella de tequila como compañera.Hoy los tequilas cada vez son más suaves (de menor graduación alcohólica) y de sabor más ligero, sin dejar de lado que surge la súper gran categoría de tequilas cristalinos, que va de la mano con tomar menor cantidad de alcohol conjunto a la tendencia de mayor salud, menos alcohol y de bebidas cristalinas.En cuanto al vino de mesa, observamos una tendencia más dirigida hacia notas más frescas, frutales, florales, mucha menos barrica, cuero y con menos cuerpo. Vinos con más acidez, ligeros y más fáciles de beber. También se fortalecen licores para elaborar cócteles frescos (Aperol, Saint Germain, etc.).Sin embargo, esta suavidad en bebidas espirituosas y vinos no está peleada con que toda esta nueva tendencia tenga notas complejas y redondas, que hacen que al paladar sean muy gratas, adaptándose perfectamente a las nuevas mega tendencias de los nuevos consumidores, que además se sienten identificados y que cumplen con satisfacer la personalidad de las generaciones actuales, y vemos también que el ron, vodka y ginebra se vuelven a colar en esta tendencia. Muchas Gracias