Es 1980, un grupo australiano de rock, de la lejana Perth, acaba de editar su primer disco, lleva el nombre de la banda: INXS. Puede decirse que su sonido era la creación de los hermanos Farris: Tim en la guitarra y Andrew en los teclados. La otra presencia que destaca es la de su vocalista: Michael Hutchence, quien en ese momento tiene 20 años. El grupo consigue en 4 años rebasar las fronteras provincianas y pronto tiene un sonido que seduce a su país.A partir de 1984, con la edición del disco “The Swing”, INXS tiene una presencia global, su ascenso es impactante y concierto tras concierto Michael Hutchence se convierte en una de las presencias más atractivas, entregadas y sensuales del periodo. Puede decirse que pocos vocalistas se transforman en un carismático y erótico torbellino, literalmente deja la piel en cada concierto. Tal fuerza, tal esfuerzo propicia una serie de efectos destructivos; esta es la historia que el cineasta Richard Lowenstein recupera en su documental “Mistitfy: Michael Hutchence”. Lo primero que impresiona de la biografía es la dicotomía que surge entre el romanticismo de las canciones y la vida personal del vocalista, quien además —como buen rockero— reivindica un determinado modo de vida: la de las vanguardias que le dieron rostro al París bohemio del siglo XIX, quienes dan voz a esa aventura vital que busca romper con las convenciones burguesas. Hutchence es un lector atento a las voces de los poetas malditos. En muchas ocasiones, en sus canciones encontramos los ecos de esos amores desgarrados. A manera de contraste, lo que el cineasta hace es que documenta cada una de las relaciones sentimentales del vocalista, donde siempre ocurre un duro contraste: la expectativa de la vida en pareja y el deterioro que la vida de un rockstar le impone a la relación y que se alimenta de la presencia, del compartir. Así presenciamos sus rupturas, varias de ellas desgarradoras, con Kylle Minogue, Belinda Carlisle, Helena Christensen y Kim Wilson. Sin embargo su feroz deterioro inicia con el violento golpe que recibe en Ámsterdam, que le provoca daño cerebral y poco tiempo después con el inicio de su aventura sentimental con la británica Paula Yates, quien había sido la pareja de Bob Geldof, el organizador de Live Aid; la historia de Michael y Paula se vuelve absolutamente tóxica.INXS vino a México en 1991, quienes estuvimos en el Palacio de los Deportes no hemos olvidado esa noche.
