Una evaluación de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) -realizada entre octubre de 2020 y febrero de 2021- encontró varias irregularidades en los protocolos de seguridad, que tuvo como consecuencia que el 25 de mayo de ese año México perdiera la Categoría 1 de seguridad aérea en el escalafón mundial, impidiendo que se abrieran nuevas rutas aéreas y servicios al país vecino.Han pasado 28 meses y aún seguimos en el ‘selecto’ grupo de países dentro de esa categoría, como son los casos de Venezuela, Bangladesh, Malasia, Tailandia, Pakistán, Ghana, Curazao y la Organización de Estados de Caribe Oriental.La semana pasada el presidente López Obrador adelantó de manera extraoficial, que “ya se aprobó el regreso a Categoría 1” y que muy pronto se haría el anuncio oficial desde Washington. Y seguimos a la espera de tan buena noticia, tomando en cuenta que es por vía aérea por donde ingresan la mayoría de los visitantes internacionales, que solamente el año pasado registraron 38.3 millones, que significaron casi 46 mil millones de dólares, convirtiéndose en uno de los principales ingresos de México.Sin embargo, agregado a las cuestiones de seguridad aeroportuaria, que son competencia directa del gobierno federal, debemos de agregar otro ‘prietito en el arroz’, como es la actividad delincuencial que se ha convertido en otra preocupación de las autoridades, de quienes laboran en el aeropuerto de la Ciudad de México y por supuesto de los turistas. En lo que va de este año, dos incidentes han acaparado la atención en el principal aeropuerto del país. Primero el pasado 10 de agosto, cuando una irresponsable persecución policíaca concluyó en el estacionamiento de la terminal 2 del aeropuerto capitalino, que dejó un saldo de dos heridos y más recientemente -el martes pasado- cuando se vivieron momentos de tensión en las puertas 1 y 2 de la Terminal 1, en un enfrentamiento entre delincuentes y policías que dejó a un oficial herido.Además, debemos agregar otro tipo de problemas, como es el caso de las pésimas condiciones en que se encuentra la Terminal 1 de la Ciudad de México, que resulta -en algunos casos- inoperante, así como las presiones a las líneas aéreas para reducir sus operaciones de vuelo por hora -de 53 a 42-, con la descarada intención gubernamental de ‘convencerlos’ en trasladar sus operaciones al aeropuerto Felipe Angeles.Esta misma semana, al darse a conocer el nuevo presupuesto federal para 2024, la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) levantó la voz y señala que los 712 millones de pesos -5 por ciento más que este año- no son suficientes para cubrir con las funciones mínimas necesarias y por el contrario pidieron por lo menos 2 mil millones de pesos para poder invertir en tecnología para cumplir con las inspecciones y verificaciones, así como contar con presupuesto para capacitación y adiestramiento, máxime cuando se está en el proceso de intentar regresar a la Categoría 1.Y a todo esto debemos de agregar que 30 de 32 estados en México tienen alguna advertencia de viaje por parte del Departamento de Estado estadounidense de riesgo por delincuencia.Así que, posiblemente podremos aspirar a regresar a la Categoría 1 y regularizarnos en ese sentido, pero los recursos necesarios para la remodelación de la infraestructura y controlar a la delincuencia es algo que le corresponde al gobierno federal y no se ven muchas intenciones para corregirlo. Y así queremos regresar a la Categoría 1.¿Usted, qué opina? Daniel Rodríguezdaniel.rodriguez@dbhub.net