Lunes, 02 de Diciembre 2024

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Memorial discutible

Por: Armando González Escoto

Memorial discutible

Memorial discutible

Ya para el año 2008 era común para toda la ciudadanía de este golpeado país la violencia encarnizada de la delincuencia, que entre otros recursos intimidatorios había dado en decapitar a sus víctimas. De pronto por aquí y por allá arrojar cabezas dentro de bolsas o sin ellas comenzó a ser una trágica y escabrosa noticia. Eco de esta lamentable realidad se hará la película titulada “El infierno”, que de alguna manera reprodujo lo que en el imaginario social era ya un repertorio de escenas bien conocido.

La nota roja ha tenido durante todo este tiempo abundante material, tanto que aún si lo pretendiese no alcanzaría a publicarlo todo. Ni falta que hace, la comunidad mexicana de estos primeros años del siglo XXI reacciona ya en automático ante cualquier bulto extraño que vea, sean bolsas de plástico negras o amasijos encobijados tirados en baldíos, fuera de tales o cuales casas, dentro de camionetas o autos abandonados en calles solitarias o en avenidas importantes, o aún peor, cuerpos colgando desde puentes peatonales o vehiculares.

No va a ser tarea fácil sanar la memoria, razón por la cual debería pensarse con inteligencia y agudeza acerca del significado que puede dar la gente a determinadas creaciones artísticas que de pronto se exponen en la vía pública, por ejemplo una escultura titulada “El árbol”, pues más que un árbol lo primero que la gente ve es ni más ni menos una cabeza, y dado el contexto en que nos movemos, una cabeza decapitada.

Ya podrán venir todos los amantes del arte contemporáneo y los admiradores de José Fors a leernos su currículum y a testificar su prestigio nacional e internacional, el hecho es que en éste como en muchos otros asuntos, lo que cuenta es la percepción social. En otras palabras, ahora resulta que les fueron a tirar tamaña cabeza justo a unos pasos de la presidencia municipal.

¿O será que se trata de una escultura memorial, es decir, un monumento a todos los que en este país han sido decapitados? Tal vez, aunque si a los escritores les quisieron homenajear haciendo la escultura del bolígrafo más caro que en el mundo exista, por qué mejor no recordar a los decapitados de una manera más discreta, es decir, haciendo la escultura de una sierra eléctrica o incluso de un machete si muy osados se quisieran ver.
Ya antes habían pensado poner la “maceta”, cabeza o árbol, o como se le quiera llamar allá donde se viera menos, a un lado del templo de Aránzazu, pero si la idea era recordar a las víctimas de este atroz delito, pues qué mejor que situarla casi en el Centro mismo, en el corazón de Guadalajara. Y sin embargo los responsables afirman que esta obra de arte de más de cuatro millones de pesos tiene como objetivo embellecer la ciudad, y que lo que al respecto opine la ciudadanía no importa, a la gente le corresponde pagar y callar, no opinar, menos aún si los gustos estéticos de la mayoría no coinciden con los de la minoría gobernante.

YR

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