La balconeada del Presidente Andrés Manuel López Obrador a su secretario de Hacienda, Arturo Herrera (otra vez), resulta una anécdota que retrata muy bien un estilo personal de gobernar.De entrada, tiene en Herrera a un incondicional incapaz de contradecirlo, al grado de tergiversar su declaración sobre la necesidad del uso del cubrebocas.Y también revela el desconocimiento del Presidente sobre el creciente consenso y evidencia acerca de la utilidad del cubrebocas para frenar las cadenas de contagio del virus.Hasta Donald Trump, uno de los más reacios a ponerse la mascarilla, ya cedió.Con esta anécdota queda demostrado: para estar en la 4T y aparecer en la mañanera hay que usar no sólo mascarilla sino también bozal.***Con menos desaseo que en la pasada designación de consejeros de la Judicatura, el nombramiento de un comisionado del Itei no escapa de la polémica y crítica a los diputados.Otra vez los legisladores no nombraron al perfil mejor evaluado: tener la mejor calificación no le alcanzó a Natalia Servín ni para ser suplente; el motivo sería alguna cercanía con el grupo Universidad.Las bancadas del PAN y MC optaron por Salvador Romero, que tendrá un segundo periodo y si lo completa estará nueve años en el cargo. Según lo visto para que los actuales diputados asignen algún “hueso”, es requisito no ser el más aplicado en las evaluaciones.Urge una Ley de Designaciones para que el acuerdo político y las animadversiones no marginen perfiles.***Una gran noticia resulta la reforma en materia de pensiones anunciada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador. Era una reforma necesaria y urgente.Reducir los años de cotización de 25 a 15 y aumentar las aportaciones patronales para que los trabajadores aumenten su pensión hasta un 40% es una iniciativa que debe aplaudirse.Ya sólo falta revisar la iniciativa completa, su implementación y que en verdad se disminuyan las comisiones a las Afores porque México es uno de los países con uno de los montos más altos.