Regularmente comprendemos muy bien que debemos cuidar nuestras cosas, dándoles el mantenimiento adecuado, pues si no, se echan a perder y se descomponen.En las empresas, se cuida la inversión de la infraestructura, sea la limpieza, la flotilla, la maquinaria, el sistema de cómputo y todo cuanto se posee. Pero resulta que al personal no se le atiende en los cuidados necesarios para su mejor rendimiento.Ciertamente, cada uno de nosotros debemos de ser los responsables de cuidar la mente, el cuerpo y en fin, la salud integral.Sin embargo la realidad es distinta, muy pocos son conscientes y saben bien cómo cuidarse. Y eso, ocasiona muchos desperfectos y daños en la calidad de vida y el bienestar en general.El cuidado personal está, sin duda, ligado al amor a sí mismo, que no es ni vanidad, narcisismo o egolatría, sino una auténtica responsabilidad por atenderte lo mejor posible.Así que, éste día de la amistad regálate el compromiso de darte el debido mantenimiento y no descuidar las atenciones preventivas indispensables, para cumplir con la maravillosa consigna de "Amar al prójimo, como a ti mismo".Hay quien cree que es una manifestación de egoísmo, regalarse algo que se te antoja o siempre se ha querido, pero no es así, el verdadero egoísta despoja a los demás y se queda con lo que no le corresponde, en cambio, el que bien se ama, busca estar en óptimas condiciones para seguir con su afán de servir y poder ser útil a quien lo necesite.Así que no titubees en rescatar tu dignidad y darte también lo mejor a ti mismo y así cumplir con la regla de oro de dar a los demás, como también quieres que te den. Trátate bien y verás lo bien que también vas a tratar a los demás. Comienza con el mantenimiento y el cuidado correcto de ti, tú eres el único responsable de estar en óptimas condiciones.
