Martes, 29 de Octubre 2024

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¿Mañana será bonito?

Por: Sergio Oliveira

¿Mañana será bonito?

¿Mañana será bonito?

En 2010 platicaba con Shiro Nakamura, entonces vicepresidente global de diseño de Nissan. Estábamos en Nueva York y la marca nipona recién había lanzado el Juke cuando le pregunté si ser diferente ya era más importante que ser bonito. Su respuesta fue que “tal vez esto -apuntando hacia el Juke- sea lo bonito de mañana”; 14 años más tarde les digo que ese mañana aún no llega, o el Juke es, simplemente, feo. Hay algunos candidatos a ser “lo bonito de mañana” y varios de ellos no son japoneses, chinos ni coreanos, son alemanes.

Hay autos que a primera vista me parecen desagradables, pero con el tiempo me llegan a gustar; incluso, a encantar. Me pasó con el Ferrari Enzo, por cierto diseñado por el japonés Ken Okuyama. 

También sentí lo mismo con el Renault Mégane hatchback 2003, que nació de la inspiración del controversial francés Patrick Le Quément. Pero nunca fui capaz de digerir la parte trasera del BMW Serie 7 de 2001, que quedó mundialmente conocida como “Bangle’s butt” o “el trasero de Bangle”.

Chris Bangle es un diseñador estadounidense que estuvo por 17 años al frente de BMW. Hizo contribuciones muy importantes al diseño de autos, tal vez la mayor de ellas sea el uso de láminas cóncavas y convexas en las laterales, jugando magistralmente con luces y sombras y haciendo que los autos se vieran ligeramente cambiantes en la medida en que avanzan. Bangle fue odiado por muchos. Cuando internet apenas se estaba haciendo popular, ya había una página rogando a la marca que lo corriera. Uno de los autos odiados de su época fue el Serie 5 E60, de 2003. 

Y, bueno, una de las cosas interesantes de ser jefe de diseño es que la mayoría de los autos que salen bajo su mando realmente no fueron diseñados por él, sino por alguien más, pero necesariamente tuvieron su aprobación. El Serie 5, en cuestión, inició como un diseño del austriaco Boyke Boyer, que fue finalizado por el italiano Davide Arcangeli, quien falleció en 2000 y dejó como muestra de su talento, en mi opinión, no el Serie 5, pero sí el Peugeot 406 Coupé.

Culpa ajena

Bangle también aprobó la parte trasera del controversial Serie 7 de 2001, que fue diseñada por el que vendría a ser su sucesor, el holandés Adrian van Hooydonk. Al igual que Bangle, Hooydonk se lleva la gloria y los abucheos de diseños hechos por otros, pero aprobados por él. En mi opinión, hay muchos más motivos para críticas que para elogios.

Uno de los autos más comentados de su época (2009 a la fecha) es el actual Serie 4, que se mostró como concepto en la última edición del salón de Frankfurt, en 2019, y fue puesto en el mercado un año más tarde. Su diseñador es el chino Seungmo Lim, nacido en Shanghái y hoy en Kia, en China. Lim fue el primero en amplificar hacia lo impensable la tradicional parrilla de doble riñón de BMW y por más que admire que un diseñador logre cambiar el frontal de una marca tan tradicional con apenas 21 años (Lim nació en 1998), no puedo dejar de pensar que la motivación de Hooydonk y de los dueños de la aún familiar BMW, estaban mirando hacia otro lado.

Con China como principal mercado en el mundo, la idea era acercar a la marca a ese gusto. Aparentemente, olvidaron que a los chinos les encantaba tanto el diseño alemán, que Shuanghuan (que ya no existe) literalmente copió la X5. Pero si un joven diseñador chino decía que había que crecer las parrillas, hagámoslo, pensaron. Y así llegamos a los actuales Serie 4, Serie 7 y X7. BMW admite que a 20% de las personas les gusta la parrilla del Serie 4 y se muestran orgullosos de esto. No les importa mucho que 80% la odien.

Mientras BMW buscaba la forma de “ser china”, los chinos contrataban a diseñadores europeos como Andrew Dyson, Klaus Zyciora, Stefan Sielaff y Wolfgang Egger, por nombrar algunos. Me deja la impresión de que BMW, en su intento de conquistar a la chica más guapa, cambió por parecerse a ella, sin saber que esa chica estaba enamorada de él por como él era. Hooydonk dice que los críticos de la marca son “baby boomers”, en otras palabras: “viejos”. Puede ser, pero siendo un “boomer” él mismo (nació en 1964), tal vez la explicación más correcta es que no es tan buen diseñador como piensa.

oliveiraserg@gmail.com

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