Lejos de disminuir, los homicidios de mujeres en nuestro país han alcanzado cifras que horrorizan al más templado, no solo porque quienes compilan estadísticas señalan más de tres mil asesinatos de mujeres -no todos reconocidos como feminicidios-, sino porque las medidas preventivas y de protección anunciadas por autoridades de los tres ámbitos de Gobierno, lejos de ofrecer resultados, pareciera que sirvieran como reto (cuando no hasta burla) a los homicidas.Aunque ayer se rindió el Primer Informe Constitucional de Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, la verdad de las cosas es que en un resumen final sobre el tema, se puede decir que los tres Poderes de Gobierno le han quedado a deber a las mujeres del país -con todo lo que ello significa en los entornos familiar y social-.Es el caso que en el Poder Ejecutivo reconocen 637 feminicidios en sus primeros ocho meses de Gobierno, lo que de acuerdo con la misma información oficial implica un promedio de tres homicidios diarios, mientras que en contraparte, la acción más destacada es la firma del #AcuerdoPorLaIgualdad signado por López Obrador y representantes de agrupaciones activistas en pro de las mujeres, precisamente el día 21 de noviembre próximo pasado, lo que puede significar buenas intenciones, pero habrá que esperar a conocer los resultados que alcancen.Meses antes, la propia Secretaria de Gobernación afirmó que se llevarían a cabo “actividades de prevención y atención a las víctimas, a cargo del Gobierno, así como acciones para facilitar el acceso a la justicia, en manos del Poder Judicial; y por último, la discusión de reformas legislativas que acompañen los puntos anteriores, responsabilidad del Congreso de la Nación”…pero mientras el dicho se convierte en hecho, la desesperación se ha apoderado de todos los miembros de la sociedad -sin diferencia de género-.Así, en el marco del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, cientos de activistas salieron a las calles de las principales ciudades del país para manifestar su hartazgo ante tan lamentable situación, con tan mala fortuna que, particularmente en la Ciudad de México, un grupo de mujeres infiltradas -con atuendo que les cubría el rostro y equipo necesario para causar destrozos- realizaron actos de vandalismo ante la actitud estupefacta de las verdaderas activistas y la complacencia de autoridades de aquella entidad, que más parecían estar para proteger a las anarquistas infiltradas en su “tarea descalificatoria” del angustiante movimiento.Acerca del Informe presidencial, se puede decir: bien por el combate a la corrupción, aunque hay evidencias de que también se ha utilizado como pretexto para un cambio de operadores en diferentes frentes…pero al menos se puede asumir una disminución y recato, además de que quienes saben que la deben, habrán de comerse hasta las uñas de los pies.(r_develasco22@hotmail.com)