México culminó sus partidos de preparación para la Copa América, teniendo como rivales a dos candidatos a ganarla: Brasil y Uruguay. En ambos cotejos sucumbió.En el entorno siempre enrarecido del Tri, el entrenador llámese como se llame y de la nacionalidad que sea, se convierte en un tiro al blanco, porque a nadie le parece nada. Con Osorio, porque rotar y no tener un cuadro base; con Martino porque no convoca a “Chicharito” y siempre llama a los mismos; con Lozano porque no está Henry, y esto es solo un botón de muestra. El amarillismo, la especulación y el drama se imponen como tema en la opinión publica.Como consecuencia, probablemente más de algún aficionado, ante tanto comentario bipolar y sin términos medios, ya no entienda ni que pretende su equipo. Y cuáles son sus objetivos. Para colmo están los dichos y desdichos de los directivos, un día se les ocurre decir que el objetivo es quedar entre los cuatro mejores de la Copa América, y luego que siempre no, que hay que darles minutos a la “New Generation”.Un evento como la Copa América, que tanto se peleó para volver a jugarla, ¿es bueno utilizarla como “tubo de ensayo”?Por decreto, desde el escritorio ordenar o sugerir un “recambio generacional” de la noche a la mañana; sólo ocurre en el universo de la FMF.El recambio es fundamental, pero debe darse de manera natural, paulatina, espontánea y basado en la calidad de los futbolistas jóvenes.Por como sucedió parece más una imposición que una decisión del entrenador como parte de su proceso.Jaime Lozano tuvo después de la Copa Oro 10 partidos para poner en marcha dicho recambio y no lo hizo, lo ideal hubiera sido empezar inmediatamente después del Mundial de Qatar.Recientemente Lozano viajó a Europa en donde platicó y convivió con jugadores que al final no convocó, ¿entonces a qué fue?.“Jimmy es buena onda” se dijo de manera reiterada como argumento para sustentar la designación Lozano; con el tiempo la percepción que se tiene es que todo lo que le dicen lo acepta sin chistar.Cuando le quitaron la etiqueta de “interino”, surgió la razonable duda sobre la capacidad de Lozano Espín para enfrentar a equipos de élite.Contra Alemania salió bien librado, pero ante Uruguay se le “vino la noche”, se desperdició el partido por la alineación alterna que utilizó, no tuvo la capacidad de hacer reaccionar a su equipo ante el baile y la goliza despiadada que los Charrúas de dieron a México. El partido de Denver fue una vergüenza, y para desgracia de Jaime, Marcelo Bielsa lo exhibió con sus declaraciones donde afirmó que México debió iniciar con sus mejores elementos porque ademas el siguiente partido sería contra Brasil.Tras la derrota ante Uruguay, a “Jimmy” le dieron a llenar, en algunos casos con opiniones bien argumentadas, pero la mayoría fueron de “francotiradores” para hacer escarnio de la derrota.Por lo ocurrido ante Uruguay el miércoles, se esperaba lo peor para el partido contra Brasil en College Station, pero el Tri presentó otra alineación, tuvo otra actitud, jugó con intensidad, igual perdió, y de forma dolorosa, al estilo México, por falta de oficio. Cuando logras lo que tanto buscaste, en este caso remontarle a Brasil un 0-2 en contra para igualar 2-2 en tiempo de compensación, para que en esa misma compensación dos minutos después te anoten el tercero y te ahogues en la orilla, impidiéndote consumar un resultado “levanta muertos”.Pero la historia de la Selección mexicana está llena de estos trágicos pasajes, porque el eterno aprendiz sigue sin aprender.Dos derrotas que dejaron sensaciones distintas, una la de un equipo endeble y limitado arrollado por Uruguay, y otra ante los suplentes de Brasil los titulares de México, que no sobran, le pudieron competir.México va a debutar en la Copa América el sábado 22 de junio en Houston contra Jamaica. Cuáles son los alcances del Tri y hasta dónde pueda llegar, sigue siendo una incógnita que no incita al optimismo.