De los altísimos niveles de corrupción y tráfico de influencias que tienen podrido al Supremo Tribunal de Jalisco (STJ) habló nada más y nada menos que su más reciente ex presidente, Daniel Espinosa Licón, quien dejó esa posición en diciembre pasado y quien, por cierto, ya como un magistrado más nada ha dicho de la grabación en la que reconoce también la total sumisión del Poder Judicial en el Estado al Poder Ejecutivo que encabezó Enrique Alfaro también hasta diciembre.De lo colapsado que está por las ineficiencias y por los esquemas crecientes de nepotismo habla el reporte del índice de Estado de Derecho en México 2023-2024 (IEDM) del World Justice Proyect (WJP), que ubica al STJ por debajo de la media nacional en todos y cada uno de los ocho factores con que el IEDM evalúa la eficiencia de los Poderes Judiciales en las 32 entidades de la República Mexicana.Por eso, por donde se le vea, es una gran noticia que por fin esté en puerta este intento de limpiar desde fuera un Poder Judicial cuyo Consejo de la Judicatura nunca cumplió su función de combatir la corrupción de jueces y magistrados, sino más bien la fomentó.Más aún porque en Jalisco se buscará una reforma al Poder Judicial estatal sin las prisas e improvisaciones en las que se incurrió a nivel federal por las ansias de revancha contra una Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que no dejó pasar algunas reformas que propuso el sexenio pasado Andrés Manuel López Obrador.Hablé en el 91.9 de FM de la primera emisión de Líder Informativo de Megaradio el jueves pasado, con Arturo Zamora Jiménez, designado por el gobernador Pablo Lemus como el encargado de conducir toda una consulta pública que desemboque en la iniciativa de reforma que el Poder Ejecutivo estatal presentará al Congreso a mediados de febrero.Explicó a nuestra audiencia que, aunque serán las y los diputados locales los que tendrán la última palabra, se buscará que se pueda cambiar el rostro del Poder Judicial en Jalisco mejorando los términos para definir un Comité de Selección y un método de elección, para garantizar que lleguen los mejores perfiles éticos y profesionales a los juzgados, y como magistrados al STJ.“Buenos jueces que atiendan con el mismo esmero al justiciable más desposeído como al que tiene para pagar a los mejores abogados”, nos dijo.Habrá que dejar, pues, falsos debates y concentrarnos en lo importante que son estas definiciones del proceso y la designación de juristas intachables para que se encarguen de elegir a los mejores y a tomar lo mejor de las propuestas para hacer un nuevo andamiaje institucional que acabe con las prácticas corruptas que son regla en el actual STJ.Habrá tiempo para ello, porque pese a los afanes de Morena y sus aliados en el Congreso, lo cierto es que luce muy complicado que se logre una elección parcial de juzgadores en junio como se hará a nivel nacional y en algunas Entidades, porque para empezar, por los tiempos tan reducidos, ya ni siquiera hay quién quiera imprimir las boletas.