Lunes, 27 de Enero 2025

LO ÚLTIMO DE Ideas

Ideas |

Insulto y antipolítica

Por: Diego Petersen

Insulto y antipolítica

Insulto y antipolítica

¿Qué pasa por la cabeza de un migrante sudafricano en Estados Unidos, que se ha hecho estúpidamente rico dentro de un sistema de libertades y derechos, como es el caso de Elon Musk, para que piense que lo mejor que le puede pasar a Alemania es que gane la extrema derecha y regrese el fascismo? ¿Qué pasa por la mente de los populistas del mundo, todos, los de izquierda y los de derecha, para pensar que la mejor manera de hacer política es insultando permanentemente a los adversarios, sea Donald Trump, Nicolás Maduro, Javier Milei y antes López Obrador? (Hay que decir que Claudia Sheinbaum tiene días que no canta mal las rancheras en cuanto a insultos) ¿En qué momento pasamos del uso de la ironía como herramienta de la retórica al insulto como argumento? Más aún: ¿Por qué funciona este neopopulismo? ¿Por qué el mundo está votando por este tipo de líderes? El insulto es la aniquilación de la política, entendida esta como el arte de construir juntos el mejor mundo posible.

Evidentemente que detrás de estos liderazgos mesiánicos hay un fracaso de la democracia en su promesa esencial de mejorar la vida de los ciudadanos y un esquema de desarrollo económico que concentró el ingreso. Sin embargo, hay un elemento que va más allá de la profunda desigualdad del mundo: el cambio, radical, en las expectativas de los ciudadanos. Hoy todos queremos tener más de todo, no solo bienes, también más tiempo libre, más voz, más derechos. Más aún, todos creemos merecer más. Junto con el enojo por no tener lo que creemos merecer generamos también un profundo desequilibrio en la noción de derechos y obligaciones ciudadanas.

El americano promedio, votante de Trump, cree que los migrantes le roban su derecho al trabajo. Nada más falso y, al mismo tiempo, no hay ninguna creencia tan extendida. El votante de extrema derecha en Europa cree que merece más que los descendientes de africanos o asiáticos, esos que llevan años viviendo en el mismo país. El obradorismo en México, al igual que el Chavismo en Venezuela, han construido un enemigo al que llaman “los conservadores”, una categoría sin matices donde meten a todos aquellos que no están de acuerdo con alguna política oficialista o hacen alguna crítica a la política gubernamental. Los antiobradoristas o antichavistas han hecho del insulto clasista y racista su único argumento.

Lo que une a todos estos liderazgos es la negación de la política como una forma de construcción de acuerdos. La antipolítica es el uso de las mayorías para imponer una agenda sin importar los derechos del otro, de quien piensa diferente. La antipolítica no soporta la crítica, por eso detesta el periodismo y todo aquello que muestra otras realidades, otras formas de ver el mundo.

Hacer política hoy pasa por dejar de insultarnos.

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones