Del 1 al 7 de agosto se conmemora la Semana Mundial de la Lactancia Materna con la finalidad de fomentar esta práctica y mejorar la salud de los lactantes.Este año, el tema central es la iniciación temprana. De acuerdo con datos de la UNICEF, es posible evitar la muerte de 1.3 millones de niñas y niños anualmente, con la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de edad.En México, sólo 14.4% de las mujeres alimentan a sus hijos con leche materna durante el primer semestre de vida del neonato, el nivel más bajo de Latinoamérica, junto con República Dominicana.Este año la Secretaría de Salud del Gobierno federal realizó una campaña mediática para brindar información al respecto, pero sigue siendo deficiente el trabajo que se realiza desde el sector público para desmitificar la lactancia materna.Muchas personas siguen considerando esta práctica como una moda y la desinformación, así como los estigmas que se ciñen en torno a ella, no son exclusivos de la gente de a pie, sino incluso de personal del sistema de salud, que siguen haciendo recomendaciones basados en creencias personales y no en datos científicos.La lactancia materna es un asunto de salud pública que debe ser vista como una estrategia seria para combatir enfermedades crónicas como la obesidad infantil y la diabetes, padecimientos cardiovasculares, entre otros, lo que a su vez impactaría en el gasto que el Estado hace para atenderlos.La leche materna brinda al bebé protección inmunológica, disminuye el riesgo de alergias, previene enfermedades, mejora el crecimiento, el desarrollo cognitivo y crea un vínculo afectivo emocional.Para las madres que amamantan los beneficios también son significativos; favorece la recuperación temprana tras el parto, disminuye los riesgos de hemorragia y depresión, así como de desarrollar enfermedades como diabetes, osteoporosis, cáncer de mama, de ovarios, hipertensión arterial, y problemas cardiovasculares.A pesar de ello, los gobiernos no realizan campañas amplias y permanentes que proporcionen a las madres no sólo de las ciudades sino también de comunidades en situación de marginación, las herramientas necesarias para amamantar sin prejuicios y con la convicción que otorga el conocimiento.Se debe garantizar el derecho a la salud de madres e hijos, mediante diversos mecanismos como la creación de lactarios, espacios adecuados e higiénicos para amamantar ya sea en lugares públicos o privados.En este sentido, es urgente supervisar a empresas e instituciones para que cumplan con dicha responsabilidad y establezcan horarios para que sus trabajadoras lleven a cabo esta práctica sin afectar su situación laboral.Como sucede en otros temas, los esfuerzos más destacables nacen desde la sociedad civil organizada, en grupos de madres y/o especialistas que se dedican a tender redes de apoyo a las mujeres en esta situación. ¿Hasta cuándo? (puntociego@mail.com)