No hay fracasos sino oportunidades de hacer las cosas mejor. Cada vez que nos tropezamos en nuestros proyectos, es el momento de emprender algo nuevo. Pues buena parte de los éxitos de la vida, se miden en los obstáculos que has superado y no en los bienes que has acumulado. Veamos pues, algunas características de la mente de los emprendedores, de aquellos que están decididos a iniciar su negocio y proyecto social. Son personas que conciben una buena idea y son capaces de aterrizarla y ponerla en práctica, sin fantasías ni procrastinación alguna, hacen las cosas con perseverancia y disciplina. Han desarrollado un buen control emocional del miedo y se atreven a desafiar los retos con pasión y buen humor, decididos a enfrentar las dificultades sin pesimismo y negatividad. Les ha llevado tiempo aclarar sus ideas de su proyecto, pero una vez que lo tienen lo van llevando a cabo con firmeza y determinación. Aunque siempre están dispuestos a irlas puliendo y corrigiendo con tal de definir mejor lo que quieren. Los emprendedores tienen objetivos y metas bien definidas y son capaces de perseverar para alcanzarlas. Además lo que realizan para conseguirlos les generan emociones positivas y una cierta adrenalina que los mantiene motivados día a día. Se les nota alegría y entusiasmo en lo que están haciendo, hasta el punto en que más bien se están divirtiendo que trabajando. Cómo ya no le tienen miedo al fracaso, se esmeran con singular gusto para ir obteniendo resultados sin temores ni pesares. Están convencidos de lo que hacen, pero no realizan su actividad como única fuente de ingresos, tienen otras fuentes para cubrir sus gastos mínimos. Su proyecto no es de subsistencia, por eso lo llevan a cabo sin estrés ni agobios. También por ello le dedican el tiempo del que disponen por propia disciplina y entrega. Son personas que saben ahorrar y tienen una vida austera, no están pensando en qué gastar sino en cómo invertir. Tienen el toque de comprar barato y vender caro. Además están dispuestos, desde el inicio, a realizar todo tipo de tareas sin pena ni restricciones, igual barren su local, que hacen la cobranza o los pagos y meten mano en la producción y las ventas. Acaban haciendo de todo y así aprenden muy bien todos los procesos e implicaciones de su negocio. Tienen mucha confianza en sí mismos, porque además de vencer sus miedos, saben que su esfuerzo y dedicación es consistente, que poco a poco irán logrando lo que se proponen, ya no viven de fantasías y buenas intenciones, hacen las cosas y punto. Si se equivocan, corrigen; si no les salen, vuelven a comenzar. Pues están tan decididos, que nada se les atora, saben muy bien que las cosas no son fáciles, pero están contentos en asumir el esfuerzo y los riesgos que implica.En fin, el emprendedor tiene pasión y amor por lo que hace, así que cuida que su trabajo sea para hacer un bien y no para explotar o abusar de los demás. Date la oportunidad de ser un emprendedor e inicia ya tu proyecto, te irá muy bien.dellamary@gmail.com