La cantidad de tareas y de pendientes que tenemos que realizar en el día a día pueden ser abrumadoras. Difícilmente podemos cumplir con todos nuestros objetivos si no llevamos una agenda o si no nos organizamos de una u otra forma. Decidí escribir este artículo sobre la memoria y su funcionamiento, ya que considero que es un tema fascinante que experimentamos todos los días y al que no le prestamos la suficiente atención. Veamos.Nuestra memoria puede ser definida como la capacidad que tiene nuestro cerebro de retener información y recuperarla voluntariamente. Podemos pensar en siete cosas a la vez por un tiempo máximo de veinte segundos. Es por eso que muchas veces olvidamos aquello en lo que acabamos de pensar.Hay un proceso específico por el que debe pasar nuestro cerebro a la hora de crear una memoria. En primer lugar, ocurre la codificación. La codificación hace uso de nuestra percepción y la atención que estemos prestando en el momento a algo. En segundo lugar ocurre el almacenamiento. Nuestro cerebro, de manera consciente o inconsciente decide almacenar un evento o situación específica. Finalmente, está la fase de la recuperación, misma que se enfoca en acceder al recuerdo almacenado y recuperarlo cuando se desee.Está establecido que recordamos mejor aquellas cosas que nos emocionan. De la misma manera, nuestro estado de ánimo condiciona lo que nuestro cerebro almacena. Las memorias no pueden ser localizadas en un punto específico del cerebro, sin embargo, el hipocampo es la estructura a la que más se le atribuye.Según Daniel L. Schacter, profesor de Psicología de Harvard, nuestro cerebro almacena lo más relevante y la mente almacena los detalles. Esto significa que cada vez que revivimos un recuerdo la creación de variaciones del recuerdo original son inevitables. Asimismo, cuando recordamos situaciones positivas, nuestro cerebro a su vez se encarga de generar emociones positivas.Como es bien sabido, nuestra memoria puede ser entrenada mediante estimulación cognitiva y ejercicios mentales.Existen tres categorías sobre el funcionamiento de las memorias según su naturaleza. La primera habla sobre las memorias según el tiempo que permanece la información en nuestro sistema. Bajo esta categoría entran la memoria a corto plazo, la memoria sensorial y la memoria a largo plazo. La segunda categoría parte según el tipo de información, dividiendo todo aquello que vemos en memorias verbales y no verbales, es decir: lo que leemos y escuchamos contra imágenes y sensaciones. La tercera categoría divide nuestras memorias según el órgano sensorial que es empleado. De esta manera, se habla de memorias visuales, memorias auditivas, memorias olfativas, memorias gustativas, y memorias del tacto.Al saber que tenemos la habilidad de influir en nuestras memorias, generamos la responsabilidad de trabajarlas de manera cotidiana.