La Inteligencia Artificial (IA), sí, ha venido a dominar muchas áreas del conocimiento humano en un tiempo relativamente corto. Desde la aparición de IA's generativas como ChatGPT, Gémini, Grok, el mundo se puso patas arriba.No obstante, en palabras de expertos y de las personas escépticas del dominio absoluto de la IA, nos quedan cuatro áreas de total fortaleza para los seres humanos: la emoción; la complejidad; la corporalidad y la creatividad. Estas capacidades, profundamente humanas, siguen vitales para nuestro desenvolvimiento. En los próximos años, la humanidad podrá desempeñarse mejor si identifica claramente qué habilidades son difíciles de automatizar y continúan alimentando su curiosidad e innovación.Las habilidades blandas son innatas de los seres humanos, las cuales incluyen autoconsciencia, persuasión, ética, tradición oral, negociación. Muy por lo general, una persona no filtrará con el mismo rigor que una IA sus opiniones y perspectivas, por más cuestionables que estas nos parezcan.La Inteligencia Artificial podrá resolver un problema lógico, delimitado y controlado, sin embargo, habilidades como la interpretación, gestión de riesgos, resolución de problemas y estrategias, aún nos competen más que a la IA. Los problemas sociales que acarreamos como especie: el cambio climático, la pobreza, la injusticia social, las guerras y los genocidios —llamados “problemas perversos” por Horst Rittel y Melvin Webber en un artículo de 1973 publicado en Policy Science—; necesitan ser comprendidos bajo un prisma de contextos.Es imprescindible no pasar por alto que la IA carece de un cuerpo físico. Para fortuna o no, necesitamos de un cuerpo físico para llevar a cabo las actividades que componen la cotidianidad en el mundo. ¿Cómo sería un mundo sin artesanos, artistas, pilotos, trabajadores de la salud? ¿Una operación al miocardio sin la presencia de una cirujana cardiovascular? Por lo menos todavía es impensable. La IA no ha replicado el lenguaje corporal ni la sensibilidad táctil, la coordinación y la fuerza física. Aunque las nuevas tecnologías de generación de contenido impulsadas por la IA han sido presentadas con gran entusiasmo, en realidad, su impacto en los consumidores es limitado. Por ejemplo, aunque Spotify ha incorporado música generada por IA en su catálogo, los éxitos más destacados siguen siendo obra de músicos humanos. Por lo que algunas de las habilidades humanas difíciles de replicar son la imaginación, el juicio estético, la expresión artística y la curiosidad. Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsApp. AO