Una vez más lograron engañar con la verdad. Claro, es tan odioso el tema del privilegio a los políticos, tan enfurecedor, que los legisladores han logrado avanzar una agenda perversa con manto de santidad.Ayer fue una fatídica fecha, pero los ignorantes saltan de gusto y aplauden como primates lo que no entendieron como ciudadanos. ¡Quitamos el fuero! ¡El Presidente podrá ser llevado a la cárcel!Número uno, no fue así, pero casi. Ampliaron la lista de delitos que se le pueden imputar al Presidente y además cometieron la locura de ponerlo en la mira de la prisión oficiosa (sí, esa que se usa antes de averiguar).No, no quitaron el fuero, afortunadamente. Pero mandaron ese mensaje y a ver ahora quién se va a oponer a que se lo quiten a otros. Si el Presidente ya no tiene capelo de protección, ¿por qué lo va a tener un alcalde que va a que lo fumiguen en Palacio Nacional, un diputado de oposición que guste de llamar loco o borracho al Presidente o un gobernador de un Estado rebelde como Guanajuato?El fuero tiene un sentido, ¿qué parte de la historia se perdieron en sus clases de primaria? Esto no es de politólogos, historiadores o adversarios conservadores, esto es de elemental formación cívica y de información básica sobre los equilibrios que se le ponen al poder.El fuero sirve para proteger el disenso. No, no es para que el Presidente robe con carcajadas de villano de Marvel. Tampoco es para que los diputados se emborrachen y salgan sin pagar la cuenta. La inmunidad legislativa no es impunidad y para que lo entiendan de una buena vez: siempre ha sido posible juzgar a un diputado, sólo hay que seguir un proceso que lo blinda de persecución política pero que no lo protege -ojo aquí- de la mayoría. ¿Cómo se le hace para juzgar a un legislador enfuerado? Pues con la mayoría. Sin fuero, ni esa se requiere; basta con acusarlo de delito grave para encarcelarlo un rato.Ayer nos hicieron un juego de manos, un truco barato, una farsa discursiva que no está destinada a quitarle el fuero al Presidente (¡qué bueno!), sino a preparar el terreno para quitar el fuero a los demás (¡qué peligroso!).Nos marean con la melosa cancioncita de que el Presidente sí lo acepta, que esto es histórico, que hay que celebrar porque miren qué responsable es este hombre que retira su blindaje viendo que tiene mayoría.Ya quisiera ver a un Presidente con este discurso si tuviera un Congreso de oposición. Pero no, no es verdad, no quisiera ver a este Presidente sin fuero, sin mayoría y en medio de una venganza política. Mucho menos a los legisladores. Y el dineroY otra farsa: el retiro de dinero a los partidos. Sin modificar los criterios de financiamiento privado para fortalecer la militancia y la libertad, los diputados retiran financiamiento público y mantienen los topes de gasto. Así no les va a salir. Digo, así no nos va a salir.