
La bienvenida Trump a García Harfuch

La bienvenida Trump a García Harfuch
Ayer, en la víspera del viaje de los dos enviados a Estados Unidos de la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, su homólogo estadounidense embistió de nuevo al volver a poner en entredicho el combate a los grupos del crimen organizado en nuestro país, tal como lo hizo cuando en enero pasado anunció la aplicación de aranceles de 25% a las exportaciones mexicanas.
Si aquel día señaló la “relación inaceptable” del Gobierno de nuestro país con el narcotráfico, ayer insistió “que México desde hace años, pero ahora especialmente, está gobernado en gran medida por los cárteles”.
Fue así como le dio la bienvenida al secretario de Seguridad Pública, Omar García Harfuch, quien al igual que el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, viaja esta semana a los Estados Unidos para iniciar negociaciones con sus contrapartes en temas de seguridad y comercio.
Así, a la tensa relación que ya existía en la relación del Gobierno mexicano con la administración Trump por el tema de los aranceles y que gravitarían sobre todo en el encuentro de Ebrard en Washington con su contraparte el secretario de Comercio, Howard Lutnick, se sumó ayer esta nueva provocación que sin duda repercutirá en la reunión de Harfuch prevista con los designados por Trump para tratar el asunto del combate al narcotráfico y al crimen organizado.
Trump soltó este nuevo amago cuando se le preguntó por las revelaciones hechas por la prensa estadounidense de los sobrevuelos de drones de las agencias antidrogas estadounidenses y de sus fuerzas armadas sobre suelo mexicano con fines de espionaje de la actividad de los grupos delincuenciales, a los que el Gobierno de Trump insiste en clasificarlos como organizaciones terroristas.
El presidente estadounidense también insistió que los migrantes que llegan a Estados Unidos por la frontera mexicana son “criminales”, pero matizó señalando que tiene “una muy buena relación con México” y que si las autoridades se lo piden estaría dispuesto a “ayudar”.
Así que habrá que esperar lo que suceda con Harfuch y Ebrard en Estados Unidos, y por lo pronto escuchar hoy la respuesta que dé Sheinbaum a esta nueva agresión discursiva de Trump, cuando estamos a menos de dos semanas de que se cumpla el plazo para que Estados Unidos evalúe, con toda discrecionalidad y sin tener parámetros claros, si México cumplió o no con disminuir la migración y el tráfico de fentanilo, y conjura así su amenaza de imponer aranceles del 25% a los productos mexicanos que entren al vecino país del Norte.
Veremos si Sheinbaum mantiene su estrategia de “cabeza fría” y deja pasar esta nueva provocación. También si revira con su atinado contraargumento de que también en Estados Unidos hay mafias que combatir.
jbarrera4r@gmail.com
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