“Mi padre era un bromista”, cuenta en su autobiografía Johan Cruyff. “Tenía un ojo de cristal y apostaba con la gente cinco céntimos para ver quién aguantaba más tiempo mirando fijamente al Sol. Se tapaba el ojo bueno con la mano, se pasaba un minuto con el rostro apuntando al cielo y se embolsaba el dinero".“Fue de él de quien heredé mi ingenio”, decía Cruyff, uno de los futbolistas más creativos de la historia, que no dejó que ni siquiera la muerte de su padre interrumpiera su relación: hablaba con él cuando visitaba su tumba en el cementerio de Amsterdam, cerca del estadio del Ajax. “A la mañana siguiente me levantaba y sabía lo que tenía que hacer”.No fue sólo el ingenio, sino la disciplina la que “Dondinho”, un futbolista frustrado, le transmitió a su hijo, Edson Arantes do Nascimento, quien iba a pasar a la historia como Pelé. Edson entrenaba bajo la supervisón de su padre, y le prometió ganar el Mundial cuando lo vio llorando al lado de la radio durante el “Maracanazo” de 1950 ante Uruguay. “Dondinho” fue más que resarcido, dado que “O Rei” ganó tres Mundiales con Brasil.La personalidad de algunos futbolistas queda marcada para siempre por la relación con sus papás. El argentino Gonzalo Higuaín es el “Pipita” no porque su físico sea diminutivo (1.86 metros y casi 90 kilos), sino porque es hijo del defensa Jorge “Pipa” Higuaín, quien jugó en Argentina y en Francia.El padre de Neymar no fue futbolista, pero en el dorsal de las camisetas del jugador se lee “Neymar Jr”. La actitud sobreprotectora y a veces contraproducente de Neymar padre hacia su hijo quedó en evidencia en el Mundial de 2018, cuando le aconsejó al jugador tirarse para que marcaran las numerosas faltas que le cometían. La caídas exageradas del obediente jugador del PSG le valieron burlas de las cuales su imagen aún no se recupera.“¿Es Neymar un jugador mimado?” se pregunta Neymar padre. “No. Es un hijo mimado, y yo voy a mimar a mi hijo, es mi derecho”.Las relaciones de los jugadores con sus padres no siempre son tan simples, ni edificantes. José Dinis Aveiro, el padre de Cristiano Ronaldo, era utilero del equipo Andorinha, donde apoyó los inicios de su hijo, pero también era alcohólico, y su adicción le costó la vida. El perfeccionismo implacable de Cristiano puede entenderse como el deseo de revelar en positivo la imagen negativa que Dinis dejó en su vida.En México, y en Guadalajara en particular, el futbol es cuestión de familia. El ingeniero Javier de la Torre, el técnico más ganador en la historia de Chivas, es padre de Eduardo de la Torre, campeón como jugador con el Guadalajara en 1986. Javier “Chicharito” Hernández, el futbolista de mayor proyección internacional que Chivas ha producido, es hijo del ex jugador Javier “Chícharo” Hernández y nieto del Campeonísimo Tomás Balcazar.No obstante las dificultades y la sobreprotección que existe a veces entre los jugadores y sus padres, Diego Armando Maradona habló por todos los futbolistas del mundo cuando dijo, refiriéndose a Don Diego, su padre: “Lo único que quiero es parecerme un poco a mi papá”.