El Presidente se conmovió ayer casi hasta las lágrimas al abordar el tema de la Casa Gris y las críticas que se han hecho a su primogénito José Ramón López Beltrán, pero también escaló peligrosamente en sus amenazas y rasgos autoritarios contra el periodismo crítico y los Órganos Constitucionales Autónomos.Pero la polarización no sólo se propaló ayer desde el púlpito presidencial de la rueda de prensa mañanera, sino que ahora llegó al Senado de la República, como el domingo tocó a las gobernadoras y los gobernadores de la cuarta transformación. Ahora el llamado de Palacio Nacional fue para la fracción morenista, encabezada por su coordinador Ricardo Monreal, para que cerraran filas y respaldaran a Andrés Manuel López Obrador, llegando ahora al extremo de culpar a los “enemigos de la nación” por las críticas al Presidente.Aunque la permanencia del tema del Houston-gate en la mañanera le ha creado más negativos que positivos y según una encuesta de Consulta Mitofsky publicada ayer, ya la mayoría de los mexicanos (56.3 por ciento) está de acuerdo en que se investigue a su hijo y los posibles conflictos de interés en los habría incurrido para llevar la vida de lujos que mantiene en Estados Unidos, el Presidente defendió ayer con voz quebrada la resistencia de sus hijos, que aseguró han padecido siempre el acoso y el espionaje por sus luchas políticas.Antes, decidido a continuar con su estrategia de confrontación para buscar así que el foco de atención deje de ser el origen de los recursos de su hijo, insistió en que el periodista Carlos Loret de Mola ya no sólo transparente sus ingresos y patrimonio, sino también sus familiares y socios. Embistió nuevamente contra los Órganos Constitucionales Autónomos pidiendo su desaparición, por considerar que son un gobierno paralelo y una serie de dependencias en las que sólo se despilfarra sin dar ningún resultado. La mira claramente estará puesta en el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales (INAI), que ayer le negó al Presidente hacer una investigación y revelar los ingresos y bienes de Loret de Mola, pero sin duda lo más preocupante es que López Obrador amagó ayer con culpar por el delito de traición a la patria a quienes, según él, con recursos provenientes de la corrupción, quieran obstaculizar la cuarta transformación.Así, además de todos los riesgos que implica para el país que el Presidente tenga dos semanas y media metido de lleno en la defensa de su hijo y en un pleito casado con el periodista Loret de Mola, y olvidado de atender los grandes problemas del país, así como su encono por todo lo que huela a contrapesos para el gobierno de la 4T al pedir la desaparición de los OCA´s, ahora sus tentaciones autoritarias amenazan con llevar a la cárcel a quienes no estén de su lado. Esos sí son más focos rojos para llorar.jbarrera4r@gmail.com