Ni en la primera alternancia política en Jalisco en 1995, cuando por primera vez le ganó el PAN la gubernatura al PRI, que en sus distintas etapas siempre había ostentado el poder en el Estado, ni en ninguna de las elecciones estatales sucesivas en esos 29 años a la fecha se había sentido tanta tensión por los reclamos de un presunto fraude.Y es que nunca tampoco, la autoridad electoral había sido tan abiertamente cuestionada antes, durante y después de la jornada electoral por los partidos opositores, como le ha ocurrido a las y los consejeros electorales que encabeza Paula Ramírez Höhne, a quienes señalan de tomar decisiones que han dado ventajas a Movimiento Ciudadano, partido en el poder en Jalisco, y que en todo momento ha respaldado y coincidido con el árbitro electoral.Ayer el nerviosismo creció. El IEPC emitió un comunicado pasado el mediodía en el que denunciaba que había “personas armadas y agreden a funcionarios del IEPC en sedes distritales”. Más tarde, el candidato de MC, Pablo Lemus, hizo la misma denuncia, al señalar que Morena había traído personas de la Ciudad de México para violentar la elección de los jaliscienses. Este candidato reitera que las actas de sus representantes le dan una ventaja de nueve puntos y que se confirmará con el conteo iniciado ayer en los consejos distritales y municipales.Pero las acciones de protesta de opositores, que empezaron a escalar desde el cierre de las casillas cuando vino el retraso de más de dos horas para poner en marcha el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) y para dar a conocer el conteo rápido, subieron de tono ayer con manifestaciones a las afueras de los comités distritales, como en el 10, donde la candidata de la alianza Sigamos Haciendo Historia, Claudia Delgadillo, y el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, siguieron reclamando el conteo “voto por voto y casilla por casilla”, por considerar que no pueden perder la gubernatura después de haber ganado la Presidencia, el senado y la mayoría de las diputaciones federales y locales en Jalisco.Hable ayer en radio con el Fiscal Especial para Delitos Electorales en Jalisco, Carlos Rodríguez, quien desestimó la denuncia morenista de que hubiera sustracción de boletas marcadas a favor de Morena, como denunció Delgadillo y Delgado, y llamó a la mesura a los contendientes, al igual que lo hizo el sector empresarial desde la Cámara de Comercio y la Coparmex.Lo deseable, desde luego, es que la autoridad electoral logre desactivar el conflicto con un impecable proceso en el desarrollo de los cómputos municipales y distritales que concluyen el sábado, así como en un eventual recuento total en la elección estatal, que transparente esa votación y conjure las versiones de que hay boletas sin contar. Sólo así el IEPC puede dejar claro que no había razón de los reproches y sospechas que les achan, pero sobre todo, ayudaría a evitar un largo y costoso conflicto postelectoral para Jalisco como no ha existido en la historia política reciente.jbarrera4r@gmail.com
