Las declaraciones incongruentes -entendiéndose como inconsecuente, ilógico y contradictorio- desde Palacio Nacional, no son la excepción, es la regla. Y esto es solo para parafrasear -en sentido opuesto- al presidente López Obrador, quien ayer por la mañana al hacer referencia al enfrentamiento entre ciudadanos y miembros de la delincuencia en el Estado de México el pasado fin de semana -con saldo de 14 muertos-, minimizó los hechos al señalar que fue “la excepción, no la regla”. ¿Es la excepción?Un presidente que presume tiene cinco años reuniéndose todos los días a las seis de la mañana con su gabinete de seguridad y que se atreva a decir que la manera en que los pobladores de Texcaltitlán se vieron obligados a defenderse del abuso de la delincuencia “es la excepción”, es un contrasentido habiendo tantos ejemplos de cómo el ciudadano -en diferentes regiones del país- ha llegado al extremo de tomar las armas y defenderse ante la imposibilidad del estado de cuidar por su seguridad.López Obrador repitió el sonsonete de todos los días: “Estamos trabajando todos los días en eso, para que el Estado cumpla con su responsabilidad de garantizar la paz y la tranquilidad, que no tengan que ser los ciudadanos los que se hagan cargo de la defensa”, y por supuesto, no pudo faltar su cantaleta favorita, “como pasaba antes”. Cómo es posible que se atreva a tocar el tema de la autodefensa de los ciudadanos y de cómo el Estado “trabaja”, cuando a solo unas horas sucedió un hecho sangriento que le ha dado la vuelta al mundo.Al Presidente se le acabaron los argumentos y las justificaciones, recurriendo a trastabillar en su ideas, como sucedió ayer mismo cuando una reportera lo cuestionó sobre los sangrientos acontecimientos y solamente se le ocurrió responder que “ya no es como antes” (?). Y para rematar la brillante intervención oficial sobre cómo enfrentar la crisis de seguridad en la región del Estado de México, el secretario de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval, dijo que “estamos en proceso de ubicar, conseguir el terreno para iniciar la construcción”, de un cuartel de la Guardia Nacional. Entonces, vamos a ver que mientras lo “ubican”, lo “consiguen” y lo “construyen” el cuartel, cuánta sangre más se derrama.Pero las declaraciones desde la administración morenista no solamente son incongruentes desde Palacio Nacional, ahora son amenazadoras, como sucedió desde la jefatura de la Ciudad de México, desde donde el titular, Martí Batres, amenazó a los legisladores de la oposición de su Congreso si se oponen a votar -en la sesión de ayer- en contra de la ratificación de la Fiscal Ernestina Godoy. “Y la verdad va a ver, para quienes voten en contra, un costo muy elevado...votar en contra de la ratificación de la fiscal va a representar un costo muy elevado”. El poder judicial amenazando al poder legislativo. Es el nuevo México, siguiendo el ejemplo que desde Palacio se pone, combatiendo a los otros poderes de la Unión y tratando de eliminar los contrapesos constitucionales.¿Usted, qué opina? Daniel Rodríguezdaniel.rodriguez@dbhub.net
