Si revisamos los promedios en la encuesta de encuestas -promedios de la recopilación de las 11 encuestadoras más importantes en el país- de las candidatas presidenciales a partir del último semestre del año pasado -desde julio- la diferencia en porcentajes entre Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez ha sido mínima, aunque se ha incrementado por parte de quien enarbola la bandera del oficialismo. En julio, Claudia tenía una preferencia en el 54 por ciento de los encuestados, por un 30 por ciento de Xóchitl, lo que equivalía a una diferencia de 24 puntos porcentuales. Mientras que el mes pasado -febrero- Sheinbaum llegó al 65 por ciento, por 32 de Gálvez, lo que significa una distancia de 33 unidades.Realmente la percepción de preferencia ciudadana ha cambiado poco desde que se iniciaron las precampañas, la intercampaña y en esta primera semana de campaña oficial. Desde que comenzó el “enfrentamiento” Claudia vs Xóchitl, lo que la gente respondía a las encuestas era básicamente a la popularidad de López Obrador cuando lo hacía por Sheinbaum y a la esperanza de un cambio cuando se referían a Gálvez. Ambos tenían poca relevancia nacional, aunque con más notoriedad de la candidata de Palacio, quien fue “destapada” con anterioridad, además de contar con el escaparate de estar al frente del gobierno de la Ciudad de México.Hoy, cuando solamente se conocen generalidades de “la oferta” de propuestas de las candidatas, cuando de un lado solo se sabe de la “continuidad” o de un “segundo piso de la transformación” y del otro lado solo hay “buenas intenciones de cambio” o de “redireccionar el rumbo”, la inercia en las respuesta de las encuestas obedece a una reacción instintiva, pero sin conocimiento de causa de lo que se elige.La ventaja del oficialismo en estos momentos, es el voto duro, el voto asegurado por parte de los militantes o simpatizantes de Morena. Del lado de enfrente, la verdadera respuesta, la encuesta que podría marcar la diferencia, va a ser la que se emita el 2 de junio, cuando nos daremos cuenta si las intenciones de rechazo al régimen se manifiestan en las urnas o simplemente fue una “llamarada de petate” interpretada a través del abstencionismo.La Claudia de hoy es “la calca” de posicionamientos y propuestas de López Obrador. La verdadera Sheinbaum es la que vamos a conocer a partir del 1 de octubre cuando tome posesión, si logra ganar la elección. Será hasta ese momento cuando nos demos cuenta “que tan amarrada” quedó a quien la llevó hasta ese lugar o a que distancia va a poner con quien ha “ofrecido” retirarse a su rancho en Palenque, Chiapas, y olvidarse de la política. Por lo que hace a Xóchitl -que los números de las encuestas no le favorecen-, necesita en los próximos días planteamientos sorpresivos que provoquen que quienes están convencidos por el oficialismo o los que están indecisos con su voto, volteen la cara y reflexionen sobre lo que realmente le conviene al país.Por lo pronto, los números de las encuestas actuales, son solo un reflejo de una imagen del populismo que se genera desde Palacio Nacional frente a una expectativa de cambio: AMLO vs Xóchitl.¿Usted, qué opina? Daniel Rodríguezdaniel.rodriguez@dbhub.net
