A partir del año 2000 -desde la llegada del PAN a la presidencia- y hasta la actualidad -donde ya pasamos del PAN al PRI y el arribo de Morena- la constante de los presidentes ha sido usar -por lo menos en una ocasión- frases burlonas en contra de las mujeres. Tanto Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Pena Nieto, han dirigido frases misóginas -aversión, desprecio u odio hacia las mujeres-. Solo hay que recordar a Vicente Fox, quien el 10 de febrero del 2006 en Mazatlán, Sinaloa, dijo que el 75 por ciento de los hogares en el país tenían una lavadora, pero “no de dos patas o de dos piernas, sino metálica”; o el caso de Felipe Calderón, que en el 2017, cuando Delfina Gómez buscaba la gubernatura del Estado de México cuestionó en un mensaje en redes sociales sí “¿Delfina es nombre propio?, ¿O así le dicen por como la trata quién la nombró y es su jefe?”. Y Enrique Peña Nieto -cuando era candidato a la presidencia- se le preguntó sobre el precio del kilo de tortilla y contestó, “No soy la señora de la casa”. Y ahora el más reciente -apenas la semana pasada- López Obrador, al hacer referencia a Xóchitl Gálvez, al hablar de sus orígenes laborales, se burló de ella argumentando que la oposición “sólo quieren engañar, jugándole el dedo en la boca a la gente -y fingiendo la voz, arremedando a un vendedor callejero dijo- me subo a una bicicleta o a un triciclo...’tamales, tamales, ricos tamales’ y ya...”, que le valió una respuesta de la misma Xóchitl quien dijo que “si él cree que me dio pena vender en mi juventud tamales, está mal. A mucha honra vendí tamales los sábados, a mucha honra, porque vergüenza es robar”.Sin embargo, este último episodio ya es parte de lo que seguramente será una serie de ‘mensajes’ entre el mandatario y la que posiblemente pudiera ser la próxima candidata de la oposición en la elección presidencial del año próximo. Y es que Xóchitl es el tema de conversación obligado en todos los círculos sociales. Para algunos, como lo establecemos en este espacio el sábado pasado, ella puede ser el ‘detonador’ para sacar del letargo a los votantes abstencionistas, mientras que para otros es solamente ‘una estrella fugaz’ en el firmamento político que se va a desaparecer con la misma velocidad con la que apareció de la ‘noche a la mañana’.Pero la verdad, es que un gran sector de la población Xóchitl ha provocado un optimismo desmedido, bajo el argumento que tiene carisma, chispa y energía, mientras que hay quienes son de la opinión que le falta la experiencia, pero sobre todo, una infraestructura de partidos -con una mala reputación por su pasado- que le permita llegar a la elección con un libreto convincente que demuestre ser diferente y que no va a ser uno de los mismos del grupo que la proyecta.Entre quienes se han visto sorprendidos por la dinámica imagen de atracción, la ven como un fenómeno político positivo, del que nunca se imaginaron pudiera llegar. Sin embargo, para otros es solo una situación mediática que pronto va a desaparecer. La realidad es que los ‘momios’ en la carrera por la candidatura han empezado a cambiar de manera radical. Si hasta la semana pasada Morena se veía como un casi seguro ganador, hoy las circunstancias han cambiado de manera sustancial y los riesgos de que el oficialismo pudiera continuar la ‘transformación’ se pudieran poner en duda en la medida que nos acerquemos a la lucha en la contienda electoral en las urnas.Por lo pronto -hoy-, el remedo de vendedor de tamales que surgió la semana pasada desde el púlpito de Palacio, puede sufrir un revés histórico de parte de quien en la vida real si ejercicio en su juventud la noble y honrada profesión de venderlos, y con su usufructo empezó a desarrollar una carrera que la puede llevar a ser la primera mujeres en ocupar la presidencia de México.¿Usted, qué opina? Daniel Rodríguez daniel.rodriguez@dbhub.net
