Aunque para una parte importante de la población el encontrar trabajo bien remunerado significa un gran reto, en el caso de muchos de quienes trabajan en alguna dependencia de gobierno -de cualquiera de los tres niveles- pareciera que el reto es ver quién o quiénes hacen su trabajo, para ellos poder estar pendientes del celular o en no pocas ocasiones de extorsionar a la ciudadanía.De todos es sabido que la autoridad municipal es la más cercana a la población y, por ende, debiera ser la más estimada o querida, pero resulta exactamente todo lo contrario, pues la prestación de los servicios municipales se encuentra “por la calle de la amargura”, y no necesariamente porque así lo quieran o manden los jefes de cada área, sino porque los vicios hacia dentro de las dependencias se han fortalecido, al grado de que ahora pareciera que “los patos le tiran a las escopetas”, las concesiones a sindicatos deja a la ciudadanía en estado de indefensión ante el gran cúmulo de malos servidores públicos.Ahora resulta que si la gente no le entrega una propina por adelantado a los recogedores de basura, no se la llevan, y además echan a perder la poca cultura existente en lo que se refiere a la separación de la basura, pues en cuanto llega al carretón, la lanzan para donde quiera, ya que al parecer lo único que les importa es separar lo que pueden vender en el kilo, y lo demás ahí se va.Múltiples esquinas de la ciudad se ven repletas de bolsas de basura, provocando la cría de bichos de toda índole que atentan en contra de la salud pública. Claro está que la ciudadanía debemos de actuar con más conciencia, pero “mientras son peras o son manzanas”, los muladares ahí están ensuciando las calles y fortaleciendo la incultura en las nuevas generaciones, ya que los pequeños casi siempre repiten lo que ven hacer a sus padres.En el ámbito de las policías municipales -de acercamiento con la sociedad, viales y hasta los ecológicos- las cosas no marchan muy diferentes, pues con independencia de que no han sido capaces de brindarnos una mínima seguridad para vivir en paz, tienen otras funciones en las que tampoco rinden buenas cuentas, sino todo lo contrario. Ejemplo de ello son las extorsiones a parejas y comerciantes, por mencionar dos casos, en donde los municipales y estatales “hacen su agosto”.Aunque luego pareciera claro que a algunas autoridades lo único que les motiva es el poder y el dinero, la verdad es que afortunadamente también hay servidores públicos honestos y capaces -entre ellos muchos policías- que se dedican de tiempo completo a servir a los demás, y en estos festejos patrios vaya nuestro reconocimiento para quienes aman y sirvan a nuestra Patria.