Las puertas del Teatro Académico Nacional de Opera y Ballet de Odesa -irónicamente ubicada en la calle Tchaikovsky- están cerradas al público desde que inició la invasión rusa sobre territorio ucraniano aunque no así sus actividades al interior. Barricadas hechas de sacos de arena resguardan el edificio moderno que fuera inaugurado en 1810 y es un objetivo del cual sus integrantes temen ataques.Cantantes, músicos y bailarines han cambiado el escenario y espacio creativo de las aulas a sótanos seguros fuera del entre fuego de la invasión rusa. Los bailarines que necesitan entrenamiento físico diario, después de dos meses lograron recientemente hacer una primera clase en un espacio reducido no con el objetivo de estar preparados para ensayar sino sólo no perder condición.Sin fecha programada para ningún estreno, el escenario oscuro abre un camino para la creación desde un estado sitiado. Las óperas han cambiado radicalmente de público, ahora son soldados y enfermos los que disfrutan de las presentaciones que habían estado preparando los cantantes.La necesidad de los artistas ucranianos de seguirse preparando va más allá de los compromisos pospuestos tanto locales como internacionales. En los museos de la ciudad los muros lucen completamente vacíos, las obras plásticas también fueron resguardadas por posibles ataques.Con la incertidumbre a cuestas y sin la posibilidad general de migrar hacia otras compañías, la mente y el espíritu deben seguirse entrenando. Dicen que el artista se sirve de la vida para poder no solo ser sino compartir lo que es con el público.La penosa situación a la que están sometidos cientos de artistas de distintas disciplinas no ve claro el fin de este terrible momento tanto en lo personal como en lo público.Se ha hablado mucho de censura de parte de instituciones internacionales y grandes casas escénicas y musicales al patrimonio cultural ruso pero poco se ha hablado de la cotidiana situación que viven los artistas ucranianos que no pudieron salir. En tiempos tan adversos donde lo que termina ganando la atención son los lineamientos generales, perdemos de vista la vida particular de cada artista.Hay gente que está de manera forzada a poner una pausa o un fin a su carrera a costa de otros. Esos otros (políticos), generalmente se salen con la suya aunque con el paso del tiempo y un poco de perspectiva la historia pone a cada uno en su lugar.Deseo que ningún artista en el mundo se vea limitado por ninguna decisión política y que cada uno pueda ejercer su carrera en paz y claro, que junto con el público se vuelva a escuchar esa tercera llamada tan ansiada…argeliagf@informador.com.mx • @argelinapanyvina
