Tras reiterados gritos que llamaban “puto nazi” al jugador ucraniano Román Zozulya, se suspendió por primera vez en la historia un partido en España por insultos desde la grada: el Rayo Vallecano-Albacete de la Segunda División. Los jugadores del Albacete se negaron a jugar el segundo tiempo como apoyo a su compañero, decisión respaldada por la Liga y el club local.¿Cómo llegamos a este punto? Retrocedamos a enero de 2017. Román Zozulya fue presentado como nuevo refuerzo del Rayo Vallecano, sin embargo, apenas días después se dio marcha atrás al fichaje. ¿La razón?, aficionados del equipo rayista, especialmente la barra “Bukaneros” (con marcada ideología de izquierda) rechazaron integrar en el club a un futbolista ligado con la “ultraderecha” y con ideas “nazis”.“Valiéndose de su posición de jugador, de figura pública, ha fomentado y exhibido símbolos y participado en campañas que posteriormente se han materializado en hechos que subvierten los mismos derechos humanos”, señaló Bukaneros en un comunicado fechado en febrero de ese mismo año. “No podemos abstraernos de un contexto social donde la xenofobia, la construcción de muros y los cultivos del odio al diferente están germinando en la sociedad”.Zozulya se defendió y aseguró que eran falsas las acusaciones de estar ligado a un grupo neonazi y nacionalista ucraniano. Eso sí, el futbolista ha respaldado, con su dinero y su imagen pública, a los militares de su país en la batalla que sostiene contra las fuerzas prorrusas y separatistas de la región de Donbass, un conflicto con ya cinco años de vigencia. “He realizado una importante tarea en Ucrania, colaborando con el Ejército, para proteger a mi país, además de ayudar a los niños y los más desfavorecidos”, aseguró.Entre las imágenes y fotografías que pretenden ser una evidencia de la filiación “nazi” o “fascista” de Zozulya, está una donde el futbolista se compara físicamente con Stepan Bandera (1909-1959), un político de imagen polémica. Para muchos nacionalistas ucranianos, Bandera fue un héroe debido a la lucha activa por la independencia de su país. Para otros, fue un personaje siniestro ligado a la Alemania nazi, y aseguran que la Organización de Nacionalistas Ucranianos, agrupación que él encabezaba, cometió matanzas indiscriminadas contra rusos, polacos y judíos. “Bandera era un fanático de la idea de la independencia de Ucrania y luchó por ella con todos los medios disponibles en aquel entonces. Obviamente, sus métodos no fueron democráticos”, explicó el historiador ucraniano Grigory Lugovsky a la agencia de noticias EFE. El especialista también señaló que, en esa lucha nacionalista y en contra de la Unión Soviética, que deportó a más de 300 mil ucranianos en los primeros años de la Segunda Guerra Mundial, hubo una alianza con Hitler, pero se generó un rompimiento tras la negativa del Tercer Reich en conceder la soberanía a Ucrania.Sería un error únicamente detenernos en una lucha de Bukaneros (respaldados por figuras públicas como el actual líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias) contra Zozulya, sino que la suspensión lleva consigo un capítulo más de la batalla de Javier Tebas, presidente de la Liga de Futbol Profesional (LFP), contra los actos violentos de las barras de los diversos clubes del balompié español. Sin embargo, la filiación política del dirigente (ligado a grupos de la derecha española como el desaparecido partido Fuerza Nueva), ha generado la sospecha de un combate selectivo contra barras de “izquierda” como Bukaneros, mientras que grupos violentos de derecha, como el Frente Atlético, suelen ser más tolerados. En síntesis, es revelador que la primera suspensión de un juego por insultos se deba al calificativo “nazi”, pero no se haya hecho lo mismo en otros partidos donde se han lanzado epítetos racistas, xenofóbicos y homofóbicos.