Es bien sabido que el público tapatío ha sido uno que asiduamente asiste a espectáculos internacionales que para bien y para mal llegan a Guadalajara. Un tío mío decía que cuando alguien llegaba de gira a la ciudad es que ya no valía mucho la pena ir a tal espectáculo. Y claro, eran otros tiempos, se refería -este tío mío- a qué venían como de paso a la ciudad en aquellos combos en los que casi siempre estaban por retirarse y los hacían más bien por llenarse la cartera de su liquidación. Yo creo que los tiempos y los criterios para girar en Guadalajara han cambiado definitivamente, no así el comportamiento del público.La selección de parte de gestores, productores ejecutivos y empresarios se ha hecho -para ser justos- muy diversa pues en la ciudad se encontró un punto geográfico y económico. Sin embargo, algo queda de aquellas giras que siguen encontrando en el público tapatío un fiel admirador. Compañías de ballet y orquestas “de hueso” siguen llenado los grandes teatros de la ciudad y los promotores siguen pensando (porque los he oído) que en Guadalajara la gente no está preparada para ver distintas puestas. La filosofía esta de traer a “grandes artistas”, de llevarnos arriba y adelante con el fin de educarnos a nosotros como público, tendría que cambiar radicalmente fijándonos como objetivo que los estudiantes de arte y la comunidad no sigan siendo víctimas de estos despilfarros de presupuesto. Una de las tareas que tenemos los artistas es visibilizar en qué y cómo se reparten, no sólo el presupuesto, sino las facilidades que sí han beneficiado a más de alguno de manera injusta. La tarea pues, será repensar la manera en la que traemos grandes espectáculos -que por supuesto queremos ver- con la consigna de proveer un suelo más parejo y al final, dentro de algunos años, ganemos todos. El camino es hacia adentro, en las fuerzas básicas, en los alumnos que se están formando en los distintos programas tanto públicos como privados. Ahí está el presente y también el futuro…PD. Apenas el domingo pasado decía que Cultura Jalisco no tenía ni líder ni proyecto. Lourdes González encabeza desde el miércoles pasado la oficina más alta en su ámbito. Ya que hay líder en la oficina, deseo de verdad que haya un proyecto que alcance a llenar con arte y buenas gestiones el hondo vacío que ha dejado esta administración para todas las disciplinas. ¡Rómpase una pierna, secretaria!argeliagf@informador.com.mx • @argelinapanyvina