Muy significativo -en el futuro inmediato- puede ser para el mundo católico lo que el domingo coincidió por casualidad o fue debidamente planeado por la cúpula desde el Vaticano: Lo primero, en el Evangelio de ayer (San Lucas: 14, 1.7-14) se habla de “Porque el que se engrandece a sí mismo, será humillado; y el que se humilla, será engrandecido”, y lo segundo las palabras del Papa Francisco, que al hacer referencia al mensaje dominical, dijo “La humildad no consiste en devaluarse sino en el realismo saludable de reconocer nuestro potencial, pero también nuestra miseria”.El mensaje en sí es lógico y concuerda con la palabra de la Biblia, sin embargo la manera como el Santo Padre lo expresó y el lugar donde lo dijo cobra otro sentido y puede tener otro significado. El Papa Francisco estaba en L'Aquila -en los montes Apeninos-, en la Basílica de Collemaggio, donde se encuentran los restos del Papa Celestino V y en donde desde hace 728 años se sigue la tradición de animar a los fieles a pedir perdón por sus pecados. Lo significativo de todo esto, es que el Papa Celestino V abdicó -1294- solo unos meses después de ser elegido para estar al frente de la iglesia católica. Además, en el mismo mensaje el Papa Francisco tuvo palabras de elogio a esa renuncia -lo mismo que sucedió hace algunas semanas cuando habló del Papa emérito Benedicto XVI-, lo que vino a renovar la especulación de una posible dimisión como se ha hablado en los últimos meses por las condiciones de salud de Su Santidad.Además, todo esto coincide con la creación de 20 nuevos cardenales, afines a su filosofía de renovación de la iglesia, que podrán votar en el próximo cónclave de la Capilla Sixtina para elegir un nuevo Papa en caso de la muerte del Pontífice o una dimisión como se ha especulado. El Papa Francisco ha creado una verdadera ‘revolución’, dando atención a países periféricos que en el pasado no habían sido tomados en cuenta, además de la apertura al cambio en muchos sentidos, haciendo una iglesia más inclusiva que exclusiva.No debemos caer en la especulación, pero si remitirnos a la realidad. El Papa, ya en más de una ocasión ha hecho referencia a sus limitaciones físicas -no mentales-. La mas reciente, a su regreso de Canadá en el mes de julio, cuando dijo que “la puerta está abierta”; dijo que ha meditado porque “a mi edad y con esta limitación tengo que ahorrar fuerzas un poco para poder servir a la iglesia” o “al contrario, pensar en la posibilidad de echarme a un lado”.El evangelio dominical, la visita a la Basílica de Collemaggio, las palabras del Papa Francisco “de reconocer nuestro potencial, pero también muestra miseria”, así como la creación de nuevos cardenales afines a su filosofía para asegurar un cambio radical en la iglesia, pudieran ser la antesala de algo histórico, más que una coincidencia.¿Usted, qué opina? Daniel Rodríguez daniel.rodriguez@dbhub.net