Por una mayoría estrecha, el Consejo General del INE tomó la decisión de desafiar al presidente López Obrador y a Morena, y decidió suspender diversas actividades relativas al proceso de revocación de mandato.Los consejeros que votaron a favor de la suspensión señalaron que no se puede organizar un proceso que sea un remedo de democracia y hacerlo bien requiere los recursos que no les otorgó la Cámara de Diputados.¿Qué sigue ahora? Desde el punto de vista jurídico, todavía quedará pendiente la definición por parte del Poder Judicial pues la resolución del ministro Juan Luis González Alcántara solo negó la suspensión al INE por el hecho de que no se ha producido la afectación presupuestal al Instituto.Morena, por su parte, señaló que acudirá ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), para demandar que se obligue al INE a reanudar todas las actividades preparatorias del proceso de consulta. El tema es profundo ya que si la definición de la Corte fuera que la Cámara de Diputados estaba obligada a asignar el presupuesto, podría instruir al Ejecutivo a que lo hiciera. Más allá de lo estrictamente jurídico, lo que vamos a ver es un choque de trenes en términos políticos. El Presidente de la República va a seguir culpando al INE de pretender sabotear este proceso de consulta. El sentido de la consulta de la revocación de mandato, sin embargo, es empoderar a la ciudadanía para realizar un proceso a través del cual eventualmente se pueda retirar del cargo al presidente de la República.En el caso del ejercicio que se pretende realizar, ese no es el caso, pues quienes promueven la consulta son los partidarios del presidente, y de hecho están efectuando una engañosa convocatoria en las calles, indicando que se trata de la ratificación del mandato presidencial y no del tema de la revocación. Quedan solamente seis días para que los promoventes de esta consulta entreguen el número requerido de firmas válidas para la realización de este proceso. Hasta el corte del 17 de diciembre, iban 1 millón 8 mil 547 firmas validadas, lo que representa el 36.6 por ciento de lo requerido. Además, solo dos entidades, la Ciudad de México y Tabasco, han logrado el porcentaje del padrón requerido.Es decir, en 8 días se debe alcanzar las cifras en al menos 15 estados y tener el 63.4 por ciento de firmas válidas que aún no se presentan. Si resulta que, llegado el plazo del 25 de diciembre no se han entregado las firmas válidas necesarias y por lo tanto no se detona el proceso de consulta, igualmente el INE va a ser blanco de las críticas presidenciales y de todos sus partidarios. En este contexto, es de esperarse que en el periodo ordinario que comienza en febrero sea enviada al Congreso la propuesta de reforma político- electoral que transformaría a las autoridades electorales del país así como el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, lo que obviamente excluiría a sus actuales integrantes.Así que todo indica que el desafío del INE se ha consumado. Veremos el desenlace.