Viernes, 22 de Noviembre 2024

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El Arbolito

Por: Laura Castro Golarte

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Acompañé de cerca al Arbolito, me integré a su escudo electoral y me tocó ser representante general para la vigilancia de 10 casillas en el Distrito 8 en Guadalajara (Pedro Kumamoto, Susana de la Rosa y Pablo Montaño). Nunca había hecho algo así. Alguna vez salí en el sorteo de los ciudadanos, la famosa insaculación, para desempeñarme como funcionaria de casilla, pero como reportera en aquellos años debía cubrir la jornada así que tuve que decir que no. No ha vuelto a suceder.

Una vez que se abrió la puerta a las candidaturas independientes en México, por cierto, una puerta que pesa toneladas y es muy difícil de abrir, más o menos estuve atenta a la candidatura de Kumamoto. Cuando ganó y se convirtió en un fenómeno político y mediático me fijé más y después tuve la oportunidad de conocerlo y platicar directamente con él en unas tres ocasiones, no más.

Desde hace décadas vivimos en México una descomposición de la clase política que a la sociedad nos tiene en la lona: abusos, corrupción, deshonestidad, ineficiencia, privilegio de intereses de partido y personales, pactos de impunidad, tráfico de influencias, todo, todo, menos una auténtica representación de los mexicanos en los órganos legislativos y ejecutivos.

Y de pronto aparece una iniciativa, Wikipolítica, que plantea hacer política pero de otra manera, desde de la gente, con y para ella. Es un movimiento que empezó en el mismo piso en donde estamos todos, la mayoría, y con la idea muy clara de rescatar el ejercicio político, como lo han dicho ahora los jóvenes de El Arbolito tantas veces, de gestión y de auténtica representación popular.

En estas elecciones, los 17 candidatos de #VamosAReemplazarles tuvieron que superar el obstáculo de las firmas para lograr el registro de sus candidaturas; después, una vez que lo lograron, enfrentaron el reto de hacer campaña con poco dinero, una, porque han propuesto austeridad y, otra, porque no disponían de recursos; además de la pesada puerta de las candidaturas independientes el INE, a pesar de los miles de millones para su operación, destinó muy poco a los independientes presionado por los partidos tradicionales ya establecidos. Con todo, los candidatos de El Arbolito se lanzaron a la calle y casi cumplieron, sin que fuera obligación para ellos por no estar constituidos en partido, con la paridad de género: 10 hombres y siete mujeres.

Hicieron un trabajo impresionante: Kumamoto y Juanita Delgado, su compañera de fórmula, una mujer con una historia de activismo social impresionante en Puerto Vallarta, visitaron prácticamente todo el Estado de Jalisco, en contraste con quienes juzgan sin saber y afirman que no salieron de Chapu y de Chapalita. No fue así.

Tampoco centraron su trabajo proselitista en redes sociales como les achacan; las comparaciones entre lo que gastaron ellos y los demás partidos arrojan como resultado grandes desventajas para los independientes que sus enemigos políticos supieron aprovechar muy bien y con bajezas como la guerra sucia que desataron contra Kumamoto hacia el final de las campañas. Dejaron muy poco margen para aclarar y responder a tales embates además de que los jóvenes de #VamosAReemplazarles no basaron sus campañas en guerra sucia ni críticas ni señalamientos personalizados de sus oponentes.

Lamentablemente, hasta ahora (porque esto no se acaba hasta que se acaba y el INE aún no concluye todo el proceso y falta la parte de los tribunales) los resultados no favorecen a ninguno de los candidatos de El Arbolito y de verdad que me cuesta trabajo creer que una iniciativa auténticamente ciudadana, que tiene el firme propósito de constituirse en una fuerza política que sí represente a las personas, sea tan dura e injustamente criticada y combatida por quienes se autonombran demócratas: que si son fresas, que no salieron de Chapalita, que son soberbios, que mejor se pongan a trabajar, que se hubieran aliado con los ganadores… Y así.

¿Alguien, de todos los que critican de esa manera, se lanzó al ruedo? ¿Alguien se molestó en invertir tiempo y dinero para impulsar esta iniciativa que es de y para nosotros, para la gente, para la sociedad? No se les ocurrió pensar por supuesto, obnubilados por filias y fobias, que es el inicio de un movimiento que pretende contribuir a purgar el sistema político mexicano hasta renovarlo, cambiarlo y reconstruirlo sobre otras bases, con cimientos de honestidad, de servicio, de integridad, de integración y cercanía constante, de trabajo y de eficiencia, de honradez y confianza.

Quienes los critican tan severamente están haciendo una lectura deficiente de un movimiento que, pese a todo, seguirá porque, como dicen ellos, quienes creemos en que otro México es posible: ya los encontramos y no los vamos a soltar.

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