Al igual que lo harán otras 64 naciones en las que habitamos la mitad de la población del mundo, unos cuatro mil millones de personas, la sociedad mexicana está convocada a las urnas en este 2024. Las campañas electorales arrancaron oficialmente el viernes 1º de marzo, aunque en los hechos las fuerzas políticas y sus aspirantes a un cargo público tienen ya al menos dos años de precampañas.En esta elección están en juego en total 20,367 cargos públicos: 1 presidencia de la república, 500 diputados, 128 senadores, nueve gubernaturas, mil 098 diputados locales, mil 802 presidencias municipales, mil 975 sindicaturas, 14 mil 423 regidurías y 431 cargos auxiliares, de acuerdo a la numeralia del Instituto Nacional Electoral (INE).Para esta elección se cuenta con un padrón de 100.2 millones de electores y una lista nominal de 97.4 millones de potenciales votantes. De ellos, 51.8% son mujeres y 48.1% hombres. Para el día de la elección el 2 de junio próximo, se instalarán 170 mil casillas y se distribuirán 317 millones de boletas.Es una elección grande y onerosa que inevitablemente llevará, como en anteriores comicios, a un enorme dispendio de recursos. El costo total de la elección será 66 mil millones de pesos (MDP), un incremento de 46% respecto a 2018, cuando ascendió a 45 mil millones de pesos. Y buena parte de los recursos de la sociedad se gastarán en los partidos políticos a los que destinará 18,487 mdp para actividades ordinarias y de gastos de campaña.Oficialmente el tope de gasto fijado por el INE es de 660.9 mdp para elección presidencial, lo que equivale a 7.18 mdp en promedio por día. Digo oficialmente porque habitualmente las campañas electorales, y más las presidenciales, suelen obtener un gasto oculto que proviene del financiamiento irregular, y en ocasiones de fuentes ligadas al crimen organizado. El derroche de dinero en las campañas será otro de los grandes dispendios que veremos en los comicios en curso.Pero también habrá un dispendio de mensajes que los mexicanos escucharemos y veremos machaconamente en los próximos tres meses. Entre el 1º de marzo al 29 de mayo 2024, se transmitirán más de 22 millones de spots de los candidatos y los partidos en dos mil 299 estaciones de radio y mil 435 canales de televisión. Si ya estábamos cansados de los comerciales que cínicamente decían que estaban dirigidos a los militantes de tal o cual partido, ahora se difundirán cada día 244 mil spots de los candidatos.Las campañas electorales ponen en funcionamiento una enorme cantidad de recursos de la sociedad, puesto que ya sea mediante el pago o trabajo gratuito disponen de decenas o tal vez cientos de miles de personas al servicio de los candidatos y sus partidos.Habitualmente se hace creer que cada elección es histórica y que pone en juego el destino de la nación. Cada fuerza político-electoral se presenta como la mejor alternativa por lo que terminan dividiendo o polarizando a la sociedad y muchas veces fracturan comunidades o familias en los estériles debates en defensa de un partido o candidato, pero en realidad poco se pone en juego en cuanto a cambios profundos y radicales para encarar los principales desafíos de la sociedad mexicana: la vida digna para la mayoría a partir de la justa satisfacción de las necesidades de cada persona.Si algo han enseñado tres décadas de gobiernos de alternancia es que en el fondo poco cambian las cosas con gobiernos de distintos partidos. Y esto es así porque las distintas coaliciones y partidos coinciden en lo esencial en cuanto al mantenimiento del sistema político y el modelo económico. Y las campañas electorales, más que momentos de optar entre diferentes opciones de un sistema político, se convierten en procedimientos de legitimación del sistema social y del orden dominante en turno. Y todo porque se produce la ilusión de que se participa en democracia sólo porque se deposita una boleta electoral cada seis años, aunque el resto del sexenio ya no tome en cuenta para nada las opiniones e intereses del ciudadano convertido en votante.rubenmartinmartin@gmail.com