En medio del festejo por lo condescendientes que fuimos los tapatíos en la encuesta encargada por el Instituto de Planeación en la que evaluamos con 8.1 al sistema de transporte público en Guadalajara, uno pensaría que es tema superado, que gracias a la gran gestión del gobernador la movilidad, al igual que el tema del agua, está resuelto para los siguientes 50 años. O que, como en seguridad, el problema son los medios que no quieren ver lo bien que vamos. Con tan extraordinaria gestión y con todos los grandes problemas resueltos, nuestra preocupación debería ser a qué se va a dedicar el próximo gobernador. Tristemente no es así.La movilidad es cada día más el gran problema de la zona metropolitana. Es el resultado de años de abandono de la planeación y de un desarrollo orientado al negocio. La plusvalía de la tierra y el máximo rendimiento inmobiliario han sido los verdaderos ejes rectores de las decisiones urbanas que permitieron que la ciudad se expandiera sin límites y hoy estamos pagando las consecuencias.Ninguno de los candidatos, a gobernador o presidentes municipales, tienen una visión realmente transformadora en materia de movilidad y transporte público. En todos los casos lo que hay son propuestas al aire, sin estudios y con cálculos estrictamente electorales. Los candidatos de Morena están embelesados con el modelo de la Ciudad de México implementado por Claudia Sheinbaum y su propuesta se reduce a hacer lo mismo: un trolebús elevado y una cablebús. El primero ni siquiera tienen claro dónde ni por qué elevado, pero como la candidata lo prometió ahora hay que buscar cómo hacerlo. El cablebús en el Cerro del Cuatro, que sin duda puede ser una gran opción, es un proyecto que viene desde hace 20 años y que en su momento se rechazó por el costo. ¿Dónde están los estudios que nos digan que ahora sí es viable, sea por nuevas tecnologías que los hacen más accesible o el aumento del aforo? No hay.Los naranjas están proponiendo ampliar las líneas de tren eléctrico existente. La dos a Tonalá y probablemente hacia el poniente. La tres hacia Tesistán en Zapopan. La cuatro hacia la conexión con la línea uno. Igual que las propuestas de los morenos, también estas son hasta ahora sólo ideas, faltan los estudios de aforos que nos digan cómo se modifica el funcionamiento y la economía de todo el sistema con estas ampliaciones.Dice la sabiduría popular que las ideas son como las sentaderas; todos tenemos un par, pero muy pocos las tienen buenas. Lo que menos necesita la ciudad son ocurrencias. La movilidad está quebrada y requiere mucho más que un par de acciones dispersas. diego.petersen@informador.com.mx