¿Cuál será el estilo de Claudia Sheinbaum para gobernar cuando López Obrador se vaya a su rancho “La Chingada”?¿Replicará su sistema feudal y avasallante para hacer política?Igual que el mandatario, ¿descabezará a sus adversarios cada mañana y se los almorzará como “side” de sus tamales de chipilín? ¿Desconocerá el freno, la reconsideración, el punto medio y la transigencia en aras del segundo piso de Cuarta Transformación?Se equivocan quienes ven en Claudia una simple ventrílocua del terco de Macuspana. En esa lectura prevalece un sesgo machista. Ningún dato en la biografía de Claudia remite al papel de sombra femenina: forjó su propia historia en la izquierda mexicana y como científica.Los padres de Claudia, el ingeniero químico Carlos Sheinbaum y la bióloga Annie Pardo, apoyaron las manifestaciones estudiantiles de 1968. Realizaban reuniones en su casa con los líderes. Claudia visitó la cárcel de Lecumberri junto con su mamá después de que el régimen priista encarceló a varios de ellos. En ese ambiente creció.A finales de los 80 participó en el Consejo Estudiantil Universitario contra las reformas privatizadoras en la UNAM impulsadas por el rector Jorge Carpizo.Una icónica foto de un diario estadounidense, a principios de los 90, muestra a Claudia en California durante una protesta contra la visita de Carlos Salinas de Gortari que alistaba el TLC. Carga un cartel: “¡Comercio justo y democracia ya!”. En ese momento, la Presidenta electa estudiaba allá el doctorado.Es política y científica. Formó parte del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), organización que en 2007 recibió el Premio Nobel de la Paz. Licenciada en Física, maestra y doctora en Ingeniería Energética (ella sí pasó con diez matemáticas).Retomemos la pregunta inicial.Claudia impulsará sus ideales de izquierda, que no quepa duda, pero ¿cuál será su estilo? ¿Pragmático, polarizante, científico, obcecado, conciliador? ¿Todas las anteriores? ¿Cuál pesará más?Hay dos anécdotas claves en su historia reciente para inferir cuál será su comportamiento.En plena pandemia de COVID-19, Claudia impuso el uso de cubrebocas en la Ciudad de México y desafió la indicación del Presidente a nivel federal. En las reuniones por la crisis sanitaria en Palacio, sólo ella usaba el cubrebocas.Parece una mujer que toma decisiones basadas en evidencia. Su lado científico.Cuando el desplome de la Línea 12, en el que murieron 27 personas, una investigación independiente concluyó que hubo responsabilidad de Ebrard y Sheinbaum, el primero en la construcción y la segunda por deficiencias de mantenimiento. Claudia rechazó el informe por “tendencioso”.Parece una mujer también capaz de anteponer decisiones políticas para salvar el pellejo.¿Cuál de las dos Claudias prevalecerá, la científica o la política?