La vida no es una carrera de velocidad; es, o eso me gusta pensar que puede ser, una carrera de resistencia. Sin embargo para muchas mujeres es una competencia llena de obstáculos en la que a muy temprana edad se enfrentan a pruebas como violencia de género, abuso infantil o abuso sexual y muchas de las veces se encuentran en el umbral de su adolescencia incluso con un embarazo no deseado y desprotegidas frente a la posibilidad del aborto.La interrupción del embarazo fue un delito para las mujeres que decidían practicarlo y para quienes las asistían, con hasta seis años de prisión, pero el fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación del pasado 7 de septiembre cambió el escenario despenalizando dicha práctica en las 32 entidades del país, pues hasta hace un mes sólo cuatro Estados de la República autorizaban el aborto electivo: Ciudad de México (2007) y una década después en Oaxaca, Hidalgo y Veracruz.Con una resolución como ésta, México se suma a la lista de países latinoamericanos en despenalizar el aborto y crear una ruta de libertad para las mujeres que hasta hace no mucho se veían obligadas o bien a dar término a un embarazo no deseado, incurriendo incluso en tortura por parte del personal médico, o poner en riesgo su vida con prácticas clandestinas. Y es que el aborto legal no significa un aumento en las prácticas del mismo, significa un derecho a decidir y reducir el índice de mortalidad en aquellas mujeres que no reciben atención médica durante o después de un procedimiento y que entre 2010 y 2018 registró más de 90 mil defunciones en el país.Finalmente, las mujeres pueden celebrar este 28 de septiembre un Día Internacional por la Despenalización del Aborto luego de 31 años de lucha. De hecho la Secretaría de Gobernación recién emitió un comunicado en el que los sistemas penitenciarios del país donde se identificaron casos de personas sentenciadas por interrupción del embarazo inician procesos para trabajar en su liberación.Sobre la mesa se pondrán cualquier cantidad de teorías, pero la determinación de la Suprema Corte refleja que además de respetar la vida, está observando a la sociedad actual, que tiene claro que la salud reproductiva y los derechos de la mujer han avanzado y las leyes deben ir a la par tomando acciones al respecto, es por ello que a diferencia de países como Argentina, que aprobó la ley en diciembre pasado, en México el fallo fue unánime.En este momento, despenalización del aborto no es igual a garantías sobre una práctica libre y segura de la interrupción del embarazo en los sistemas públicos de salud, es igual a no criminalización; sin embargo, es un paso adelante en concepto de derechos, una prueba superada para todas las mujeres que a lo largo del tiempo han luchado para defender la libertad de decisión sobre su propio cuerpo. Somos una sociedad con posibilidades que sigue caminando hacia el futuro.