Este sexenio se podrá recordar como el de las oportunidades perdidas. Podría pasar a la historia como: El Gran Desperdicio. López Obrador tenía todo para ser un Presidente de época: capital político, legitimidad, apoyo en todos los sectores. Se hundió en la ineptitud, los prejuicios y el odio. Dejó pasar el apetito de inversión que pudo acarrear su llegada al poder con el disfraz de moderado que usó en campaña, tiró a la basura el 2022 de oro en materia petrolera, y está desperdiciando la ventaja geopolítica de ser socio de Estados Unidos para generar confianza y traer a México carretadas de dinero, aprovechando al cien y no sólo la inercia del “nearshoring”. Esta semana en estas Historias de Reportero, el recuento de cómo AMLO ha activado varias “bombas de tiempo” que, si no le estallan a él, le estallarán a quien lo suceda en el poder. Pemex y CFE son claros ejemplos.En Pemex, la producción sigue cayendo y no se ha invertido lo suficiente en Exploración y Producción para reponer las reservas. El sistema de refinación está colapsado y enfrenta serios desafíos de mantenimiento. Hay abandono en ductos, gasoductos, plataformas… Han dejado de pagar a proveedores y tienen en casi-quiebra a la industria petrolera. Es verdad que heredaron un problemón. También es verdad que hoy el problema es aún peor. Pemex está al borde del basurero. Financieramente, la referencia es literal. Lo de la deuda de Pemex es casi inhabilitante: apenas acudieron a los mercados financieros pagando ¡en dólares! una carísima tasa de 10.5% con tal de que alguien los refinanciara. El año pasado fue un año de oro para las empresas petroleras del mundo. La guerra en Ucrania disparó los precios. Las dos más grandes tuvieron las mayores ganancias de su historia: Exxon 56 mil millones de dólares y Chevron 36 mil millones. Pemex presumirá que tuvo el mejor de muchos años, pero no será su récord histórico y tratará de esconder todo lo que pudo ganar y no ganó. Pemex, muy al estilo del sexenio, desperdició la oportunidad: se quedó ¡47% abajo! de su meta de producción de combustibles. Sin embargo, esta entrada de dinero podría ser suficiente para “patear el bote” y que la crisis explote al próximo Gobierno. Lo de menos es que la refinería de Dos Bocas está costando el triple de lo que prometió el Presidente y aún no refina un solo barril de crudo; o que la gasolina en México ya está 30% más cara que en Estados Unidos. Lo de la electricidad es bomba de tiempo también. Le han querido dar todo a la CFE y no ha podido con nada. Están muy atrás en inversiones de generación y de la red de transmisión. Amenazaron a la iniciativa privada con la autogeneración y terminaron en muchos casos echándose para atrás en silencio, rebasados, ridiculizados. Sin luz no se fundan empresas y no se crean empleos. Tesla en Nuevo León es un ejemplo. El riesgo de apagones masivos es también una bomba de tiempo. SACIAMORBOSMucho furor sobre el regreso de José Ramón a México. No olvidemos que él fue el operador electoral de Delfina en 2017. Por cierto, ¿qué traían esos folders azules recibidos a bordo de La Bestia?carlosloret@yahoo.com.mx