Para todos fue una sorpresa la declinación del alcalde de Guadalajara a un proceso cuyo objetivo era buscar la reelección, candidatura que ya había aceptado. Todos, o por lo menos la gente observadora, pensaba que el candidato adecuado, si el partido naranja quería ganar este municipio, era Pablo Lemus, pues al margen de las limitaciones naturales del ejercicio político, prevalece la opinión de que ha sido un funcionario honesto, que su eficiencia, que no es lo mismo que sólo eficacia, le había permitido reelegirse en el Gobierno del municipio más importante de la Zona Metropolitana de Guadalajara, también uno de los municipios con mayores desigualdades, donde la extrema pobreza choca con la extrema opulencia.La declinación, que por motivos familiares ha presentado el actual alcalde de la urbe tapatía, ha permitido, cosa rara, que la lógica de los resultados concretos se imponga sobre la previa lógica de los intereses políticos, si es que a eso se le puede llamar “lógica”. Ahora cabe esperar que la ciudadanía tapatía, bien informada sobre la gestión de Pablo Lemus en Zapopan, pueda decidir su voto, y que el municipio de Guadalajara conozca mejores tiempos, como ya los conoció por seis años el municipio de Zapopan, sin desconocer, claro está, las limitaciones, las fallas, o incluso los errores, sin embargo, al final de un periodo de Gobierno, no se espera sólo buenos o sólo malos resultados, sino que los éxitos pesen más que los fracasos, y no viceversa.por Sergio López RiveraLa democracia como sistema de Gobierno que garantiza y compagina las libertades y derechos individuales, con la recta y leal ejecución de las labores de Gobierno en los países, está sufriendo embates terribles y si no logran las fuerzas democráticas imponerse, el mundo corre el riesgo de que prevalecerán los gobiernos autoritarios y dictatoriales, como lo hacen en países como Rusia, Corea del Norte, Turquía, Venezuela, para no citar sino a los más conocidos mas no los únicos.En efecto, precisamente en Estados Unidos, donde funciona el sistema democrático más eficaz y auténtico, se está fraguando por los republicanos, algún tiempo herederos de los ideales de Lincoln, el más grave retroceso de las libertades y la igualdad democrática, para imponer las draconianas ideas de Jim Crow, heraldo que trató de reimponer las ideas y el autoritarismo de los blancos supremacistas, derrotadas por Lincoln en la Guerra Civil, así como el esclavismo como sistema social y de Gobierno, excluyendo a los habitantes de color, de toda intervención en la vida social y política. Ahora se ha comprobado la intervención de Rusia principalmente, en las elecciones en que Trump fue derrotado por Biden, para desprestigiar a este último y que Trump ganara.Una forma muy sutil de encontrar Idiotas Útiles entre los americanos, y nada menos que el mejor agente lo fue el mismo Trump, pero afortunadamente no funcionó ese esquema. Ahora los republicanos están planteando infinidad de reformas para dificultar el acceso a las urnas de las minorías étnicas, limitando los días en que se vota, disminuyendo los lugares donde hacerlo, exigiendo más burocracia para identificarse, prohibiendo votar los domingos y reduciendo los horarios, así como los votos enviados por correo, el voto de quienes no residan en el lugar y prohibiendo que se dé alimentos y refrescos a quienes se encuentren en las filas de votantes, así como reduciendo el número de los buzones de votación.De lograr esas siniestras iniciativas, el destino de toda democracia está en grave riesgo de desaparecer en los demás países, puesto que Estados Unidos es el país donde ese sistema de Gobierno funciona mejor, sin ser perfecto desde luego, pero si prevalecen esas ideas indignas inclusive de la más retardataria raza humana que haya existido en la antigüedad, a la que no pretendo ofender; los demás países democráticos corren el riesgo que esas mismas fuerzas se envalentonen y ataquen al sistema para destruirlo. Lo que está en juego es el futuro estable de la misma raza humana.por Uriel Eduardo Santana SolteroEsa “Tierra Colorada” de la Región Alteña, del norte de mi Jalisco. Tierra fértil, noble Heredad de rancia estirpe y afán evocador, que ha atrapado la vocación narrativa de Iván Alatorre Orozco, en su novela primigenia, de homónimo título. Relato que empieza a contarse, desde la sencilla pero muy bien lograda, portada del libro; que nos muestra a su protagonista, Leonor, ascendiendo por la escala de su fértil imaginación, ligando ese sagrado suelo púrpura del rancho de sus abuelos maternos, con la luna de sus sueños.¡Ah, los abuelos maternos! Su distintiva influencia en diversas etapas de nuestra vida… ¡Y vaya que lo digo por experiencia! La casual evocación del generoso oficio de mi abuela materna -ya por entonces fallecida- me honró con alcanzar la denominación de “amigo de toda la vida”, otorgado por el buen Guillermo García Oropeza (QEPD); ameritado “Guadalajarólogo”, a quien tuve el placer de conocer, apenas en los albores de mi cincuentena.Perdón por el paréntesis, pero vuelvo a la excelente y muy emotiva obra de Iván; joven promesa literaria, justo de la edad de mi hijo mayor. Narrador consumado, que nos entrega la azarosa infancia y desarrollo, de la bella y valiente Leonor; a la par de grabárnosla en lo profundo del alma, junto con el amor incondicional y forjador, de Isabel -su madre- expresado reiteradamente en cada párrafo de su postrer “Carta de despedida”, con su enfática y desesperada rúbrica de: “¿Ya te había dicho lo mucho que te amo?”A lo largo de la obra, cada etapa o capítulo de la misma, va genialmente ilustrado con magníficos grabados que hacen las veces de resumen o prólogo del tema a tratar: atardeceres, volcanes, árboles, escaleras, libros, sueños y hasta “espacios vacíos”.No puedo narrarles la obra completa, pues sería un mal plagio; pero sí garantizarles que cada uno de los personajes que acompañan la aventura de Leonor, carecen de desperdicio: Isabel, Juan José, Alejandra, Ifigenia, Salvador, y hasta “El Principito” y el Colibrí; cada uno en su turno, desempeñan cabalmente su papel. Los lugares y sus sitios específicos: Guadalajara, Finlandia, Tepa y Arandas; la azotea, el gran árbol de aguacate, el naranjo y el limonero.Vengan a sus páginas y disfruten deambular por la mágica raigambre de esta “Tierra Colorada” para apreciar esa armonía que nos promete el autor, entre los amaneceres y ocasos, de cotidianos y placenteros ensueños, que también actúan en el cuento.por Carlos Cortés VázquezElemento natural e inquietante del ser humano, que da encuentro a la causa y sus efectos hasta convertirlo en imperiosa necesidad. Lo mencionado se proyecta en el sur de México y países centroamericanos. Por una parte falta ocupación con elementos suficientes para propios y extraños deseosos de alcanzar el nivel de vida norteamericano.Volver los ojos a la historia envuelve hechos como la colonización durante 300 años en nuestro territorio, de la cual aún existen huellas europeas en el lenguaje.El sentimiento humanista procura reflexión sobre principios religiosos, ahora con el agravio de la pandemia, está envolvente del mundo, sin distinción de raza y para la cual sólo se contemplan ciencia y tecnología que hasta este día son insuficientes.Dios nos guarde de la discordia.sicp@informador.com.mx